EL OÍDO
El oído nos permite escuchar sonidos. El sonido viaja por el aire en forma de ondas, de minúsculas vibraciones. Dentro de la oreja, estas vibraciones estimulan sensores que envían señales al cerebro. En el cerebro, las señales se convierten en palabras, música u otros sonidos. El oído también ayuda a mantener el cuerpo en equilibrio.
DENTRO DEL OÍDO
Los sonidos que encuentran por el conducto auditivo hacen vibrar el tímpano. La vibración atraviesa los tres huesos móviles y llega a la cóclea. Allí hay un líquido que se agita y hace mover unos filamentos diminutos que envían una señal al cerebro a través de las fibras nerviosas.
LOS HUESOS MOVILES
En el oído medio existen tres huesos móviles
- El martillo.
- El yunque.
- El estribo.
Se los llama así por la forma que tienen. Estos huesos transmiten las vibraciones del tímpano al oído interno.
SONIDOS FUERTES Y SUAVES
El volumen de los distintos sonidos se mide en decibeles (db). Un murmullo mide unos 20 decibeles; los fuegos artificiales, unos 100 decibeles. Los sonidos superiores a los 130 decibeles son perjudiciales para el oído humano.
ACTO DE EQUILIBRIO
Los oídos nos ayudan a mantener el equilibrio. Dentro de cada oído hay tres canales semicirculares llenos de liquido. Cuando la cabeza se mueve, el liquido se desliza y los sensores envían señales al cerebro mediante las que le indican el cambio de posición. Entonces el cerebro envía instrucciones para que el cuerpo mantenga el equilibrio.
OREJAS DE ANIMALES
Algunos animales, como el conejo o el zorro, tienen orejas largas y las mueven hacia el lugar de donde provienen los sonidos. Estas orejas largas les permiten escuchar sonidos muy suaves y detectar de dónde provienen, lo cual les resulta útil para conseguir comida o escapar de los enemigos.