Una noche fui atormentado por la cotidianeidad que sufrimos muchos a la hora de buscar descanso después de un día de largo que hacer. Al parecer somos vilmente atropellados por el agotamiento de un cuerpo que busca un alivio a su labor en un infructuoso sueño que muchas veces no llega. En aquel momento yacía acostado en cama buscando desesperadamente la frenética huida del letargo, sin embargo, mi mente tenía otros planes. Se encontraba intranquila e inquieta. El sopesar de mi organismo era notable y hacía su manifiesto a través de mis pesados parpados, los cuales se inclinaban por el alivio y, caían sutilmente hasta quedar cerrados. Aunque este puede presumir el preludio de tener un genuino sueño placentero, no está más que fuera de esa realidad. Mis esfuerzos por consumar mi tranquilidad infructuosamente seguían fraguando, con cada segundo transcurrido me sentía bombardeado por la constante información de mi consciente: noticias, frases de algunos escritores, relatos, cuentos, cosas que me ocurrieron, en fin, todo un mar de intolerante hechos. Al cabo de unos instantes y mientras mis ojos seguían cerrados, deje que mi cerebro me llevara a donde quisiera, dejándome arrastrar como ave por el viento.
Uno de los temas que más toca la puerta de mi inquietud se había incrustado en mí drásticamente abarcando la casi totalidad de mis pensamientos: “Control de masas”.
Entiendo bien que es un tema en demasía rebuscado, pero que sin lugar a duda seguirá tomando forma en nuestro diario existir.
Estas preguntas se deslizaban en un océano sinfín de interrogaciones. Pero allí me encontraba, en el delirio de esta intranquila oscuridad, abriéndome paso dentro de una especie de paz interna buscando respuestas dentro de mi propio conocimiento y aún más allá, dentro de mi alma.
Al parecer me encaminaba a meditaciones más profundas. La palabra amor y odio escarpan mi atención. Dos simples conceptos creados por nuestros antepasados para darle sentido a dos actitudes sobresalientes del ser que nos caracteriza, y que a su vez mueve al mundo que hemos creado.
Pienso en este planeta que ante nuestros ojos es inmensamente grande, no obstante, ante la vista de la realidad somos apenas un minúsculo punto o un suspiro de la nada suspendido en la colosal oscuridad de todo el universo. Y aun conociendo esta excelsa verdad muchos se creen poderosos e imparables. Algunas personas comunes e investigadores dicen que ciertos individuos dentro de esa elite de poderosos han utilizado y utilizan palabras como las mencionadas anteriormente para matar, destruir y esclavizar. Tomando en cuenta estas palabras digo pues que:
“El ápice de la ignorancia hoy es la flor que más brilla en el intelecto común de los humanos, cuando en realidad debería ser el responsable de nuestra extraordinaria naturaleza: seres pensantes que pueden crear y traer a la realidad aquello que llamamos imposible”.
"Diego Nox"
Si esto es cierto entonces un vasto conocimiento de nuestra humanidad yace en medio de unos pocos que no hacen más que utilizarlos para propósitos vanidosos y llenos de desprecio. A las pruebas me remito:
Guerras en nombre de Dios.
Guerras en nombre de la paz.
Guerras en nombre del amor.
Guerras en nombre de la verdad.
Guerras en nombre de la libertad.
Guerras en nombre de la democracia.
"Diego Nox"
Profundice un poco más percatándome que dentro de estas guerras siempre hay palabras que sobresalen, para ser específicos tres son las que relucen dentro de todo el sangriento caos: Religión, política y economía. Si en algún momento estas fueron creadas para hacer un beneficio de y para el hombre, creo que hace cientos de años atrás perdimos ese rumbo. Lo lamentable de todo es que cada vez estamos peor.
El poder del ser humano radica en su intelecto y en la manera en cómo lo ha manipulado para sobrevivir y colocarse por encima de todas las especies que hasta ahora conocemos en esta tierra. Sin embargo, el presente me desdibuja insípidamente el futuro de la humanidad. Cada día observo como se desperdicia este enorme poder como hojarascas. Nuestra eternidad dura lo que dura un soplo de la vida. Tenemos muy en claro esa oración y pese a ello nos fascina, atrapa y emboba la flojera mental. Lo llamo así: “flojera mental”, porque la mayoría pasa horas tras horas observando la televisión viendo justamente lo que aquellos hombres que nos gobiernan desean que veamos y así hacemos lo que ellos buscan que hagamos; somos marionetas al son de su sinfonía destructiva.
Pero no es tan solo la televisión, también están las redes sociales; sumergidos hasta que nuestros ojos no pueden más, en ellas, nos embaucamos en temas tan absurdos y fuera de todo crecimiento intelectual, cada día nos hacemos más ignorante de la realidad. Tenemos un poderoso aliado: “El internet”, y a pesar de lo utilizamos solo para buscar en su mayoría basura mediática y show que en vista de nuestro actual escenario no nos sirve en nuestro diario existir.
Otros miles pierden su tiempo yendo religiosamente a una iglesia, creen que las oraciones y los ruegos pueden ayudar más que una mano amiga, creen que una oración puede llenar el estómago de una persona hambrienta. ¿Qué logran cambiar orando? Mi sincera respuesta es nada. No me gusta criticar, pero este mundo se nos está yendo de las manos y piensan durar en lo que años tras año el oscurantismo no demostró con hechos, pues ese Dios y ese amor solo otorga migajas muy limosneras de felicidad y en demasía dolor, muerte y pena. Sera que no se dan cuenta, la verdad es que desean que pierdas todo tu tiempo de vida en estas ambigüedades. La verdad es que estos supuestos hombres de poder le temen a tu intelecto.
A lo que me deja muy en claro la paz que tanto dicen tener y traer la religión, porque al parecer la muerte en cada una sus letras, escondió un mar teñido de sangre por los cuerpos de aquellos hombres que murieron injustamente bajo este lema.
"Batman"
Pero la mayoría no quiere ver esta opción, en tu mente se esconde el poder de crear y transformar todo a tu alrededor. Una simple verdad, y cuan oculta esta ante nuestros ojos y entendimiento, tenemos en nuestros cerebros muy arraigadamente que los demás deben trabajar para nosotros.
Abrí mis pesados parpados en medio de la oscuridad de mi cuarto, fijé la mirada a un rayo de luz que penetraba por una abertura situada en la orilla de la pared que daba con la cabecera de mi cama. Los ojos me ardían sentía como si tuvieran arena en ellos. Lentamente mis parpados volvieron a cerrarse, el peso de las horas ya transcurridas los obligaba a estar en ese estado.
Ahora mi mente me llevó a una extraordinaria visión: un mudo donde todo conocimiento pleno estaba a la orden del día y todos dejaban una huella en medio de un mundo evolutivo a su máxima expresión. Una utopía que muy probablemente podría existir en nuestra realidad, donde no existen los territorios ni las fronteras, donde el mayor deseo del hombre no es la riqueza sino el de crear algo para el beneficio de todos, donde no existe la nacionalidad ni el patriotismo y donde nos apreciamos por lo que somos, la raza humana. En este increíble mundo observe como el hombre se desarrollaba a la junto con la naturaleza, lo que hizo que entendiera los misterios de la misma, alcanzando ahora expandir su conocimiento mucho más allá de este planeta.
Este mundo, se dio porque muchos dejaron a un lado las tendencias políticas y religiosas, desarrollaron una economía mucho más humanista, y quitaron de ellos la flojera mental, ¿Resultado? comenzaron a estudiar, a investigar, a crecer por medio de la ciencia. Aquel que duraba hora tras horas en el Facebook perdiendo su tiempo y haciendo millonario a otro, logró reinvertir ese tiempo y dio con algo novedoso, creo una especie de vehículo volador. Uno que era fiel a la religión dejó de ir a la iglesia y concentro sus estudios en la medicina y obtuvo un gran avance, la cura del cáncer. Otro que se desprendió del televisor se dio cuenta que su pasión era la creación de motores que no contaminasen el ambiente, lo que se convirtió en un sueño hecho realidad, creo un motor cuyo combustible es el agua. Y así, sucesivamente, pudiera continuar describiéndote este lugar, pero lo ideal es que tú fueras el grano de arena que necesita esta visión para volverse realidad.
Y entonces, quedé profundamente dormido.
Gracias por el tiempo dedicado al leerme.
Feliz día, tarde o noche.
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¡Wao @diego.nox! Te quedó precioso, presentaste un filosofar muy profundo y maravillosamente aleccionador. Me dejaste abismada.
Hola hermosa, tiempo sin saber de ti; ¿cómo estás? Te agradezco tu apoyo y es todo un honor saber que mis letras te alcanzaron. Ellas hay mucho de mí, en realidad casi todo, pero resumido. Je, je, je. Un abrazo.
Cuánta desolación percibo, es muy triste sentir así. Pienso que la esencia de una persona no la definen ni la religión, ni la política, ni la econonomía, que son factores externos al ser; sin embargo respeto tu opinión... cada cabeza es un mundo y todos tenemos la razón.
Deseo que las cosas mejoren enormemente para tí y logres sentirte mejor.
Saludos.
Pues sólo expreso aquello que veo en la realidad de hoy. Seres pensantes que desperdician su tiempo en ambigüedades.
Lo más importante es abrir nuestra mente y llenarla de pensamientos positivos, no dejarnos invadir por el lado oscuro de las cosas. Felicidades muy linda reflexión