Ya sabes quién eres. No hace falta mencionar a quién va dirigida esta carta. Hoy me acordé de ti, realmente sin querer. Escuchaba a Drexler en el auto de mi mamá, “en tiempos de otro cantar”, y con la noticia de que vendrá a la ciudad, me quedé pensando en la vez que fuimos juntos. De cuando no éramos nada pero al terminar la noche ya éramos todo. Y bailamos pegaditos, lento y me besaste. De cuando todo se sentía en orden. Pero ya éstabamos cerca del caos. Inusual, no me puse triste. Al contrario, pensé en qué tanto cambian las cosas, en como a inicios de año seguía colgándome de ti, como a mediados de año te vi, y sentía que me dabas la mano para después quitarla otra vez. Y ahora a finales de año, con tanto que ha pasado, con todos los que han pasado… ya no me cuelgo de ti, mucho menos de tu recuerdo. ¿Para qué? Hoy me acordé de ti, por que me di cuenta que ya me he echado a andar, y vas quedándote atrás como un punto en el espejo retrovisor. Hoy también me di cuenta que el desastre que dejaste, se ha aliviado poco a poco. Y hoy, es esto. No nos merecíamos. Éramos demasiado buenos. Aunque sigo preguntándome por qué abandonaste el piano, sabiendo cuanto te gustaba, me salta la interrogante. Creo que yo, a pesar del tiempo, a pesar de las personas, sigo soltando versos. Me pregunto por qué tú no. Y vas a decir, “todos cambian”. Y seguramente me equivoqué pensando que amabas mucho la música. Pero también me querías mucho a mí y mira en qué terminamos.
Vaya, hoy he pensado que valgo mucho como para seguir pensando en las posibilidades. Qué honestamente, ser yo, es cool. Por qué hoy te hablo de arte pero mañana de ciencia. Hoy juego baloncesto callejero pero mañana regreso al ballet. Hoy te lleno de besos la cara y mañana te juego un par de bromas. Hoy puedo usar ropa para casa, pero mañana seré una princesa. Hoy puedo mancharme las manos pero mañana tendré las uñas hechas. Hoy escuchamos canciones comerciales en el auto pero mañana cenamos escuchando clásicos. Y esto soy yo. Soy ahora una chica mejorada, sanada. Y creo que tendrías suerte tú si te encuentras conmigo. Por qué no seré muy guapa, pero sé como verme (sentirme) bonita, por qué no seré la mejor novia de todas, pero me alegraré por conocer a tus amigos o a tus padres. No tendré tanto en mi cartera pero ya habrá que hacer sin necesidad de contar centavos. No tendré mucho tiempo para hablarte pero prometo enviar mensajes de buenos días y noches bonitos.
No me he perdido por completo. Creo que al contrario, me he salvado. Y si mañana nos encontramos, te miraré como antes de conocerte, como un misterio. Y si no te veo más, pues ya vendrán otros enigmas emocionantes.
Hoy me acordé de ti, y no creo hacerlo más.
atte: Una Poeta Amateur