Me encontré en un infierno, pero no entendía nada, mis recuerdos me llevaban una y otra vez al mismo lugar:
Una noche, un auto, dos cadáveres, blanco virginal del
vestido de una novia y un amor no correspondido.
Regresando a mi perspectiva, veía como si azufre estuviera penetrando por mis ojos, no sentía en el cuerpo más que el dolor que causa un desgarramiento de órganos en el lado izquierdo del pecho, entre más intentaba avanzar, el fuego desprendía la piel de mis manos en el arrastre de mi aparentemente inerte cuerpo.
Pero ése no podía ser mi infierno, en una vida de acciones inconclusas y un destino programado, ésto se parecía más al paraíso, morir lentamente sin dejar esencia de nada, el dolor y el fuego que desgarraban, limpiaban mis pecados.
¿Mis pecados?
Éste no era mi infierno, yo habría estado muriendo sin haber tenido la dicha de cometer el propósito tácito de nuestras vidas.
Todos vinimos al mundo a cometer algún pecado, y mientras yo me limité a amar, mi infierno me decía que otros no experimentaron el arrepentimiento ésa noche, en qué las confesiones, tal vez me convirtieron en el Caronte de aquellas dos almas malditas.
¿Cuál fue mi pago? Una traición sin puntos suspensivos.
Mi vista estaba hinchada de tantas lágrimas que había derramado, sentía que se desgarraba el corazón porque cuando solicité tenerlo de vuelta, sólo escuché el eco del caníbal al que se lo había entregado, y tal vez mis manos se despellejaban por el efecto de las llamas o porque la última vez que tomé la mano de mi prometida, su hipocresía me quemaba.
Desperté, ésta vez en el verdadero infierno de mi vida, y les diré como se veía.
Una caja blanca hecha de metal, cerámica y concreto, de sonidos intermitentes y brujos vestidos con batas, una fuerte dosis de morfinas y un vampiro vestido de traje, esperando impaciente leyendo términos de un contrato para consumirme más la vida, y ¿Cómo sabía qué era un vampiro? en éste infierno todos actúan bajo el mismo nombre de fachada, "Abogados".
Éste si era un maldito infierno, porque estaba sujeto a la frustración carcomiente del remordimiento y el pecado,
en la vida no hice más que amarla y entregarle de mi, todo, la tentación aquella noche y mi poca paciencia me habían superado, éso pasaba por mi mente cuando firmaba mis deseos en el reverso del último acuerdo con el abogado.
Sólo me percaté de la señal [107] Km, cuando fui Caronte al estrellar el auto en el que iba mi futura esposa a casarse con su amante, y yo disfrazado de chofer en un juego de sospechas manejando el maldito auto.
Cerré ésta vez con mucha seguridad los ojos cuando terminé de decir ésas últimas palabras, porque lo último que vi fue al vampiro terminando de pasar las páginas, y al reverso del contrato entre su codicia y mi alma sólo se leían dos líneas.
Como único y último deseo, si no muero en éste antro de letargo, lágrimas y cerámicas blancas.
Antes de despertar hazme un favor, y mátame.
Al final, me fui con una sonrisa de ironía y sarcasmo, pues me habían quitado la vida, pero no iban a quitarme la muerte. Y toda mi historia se había resumido en ése momento, cuando fui el protagonista en "El amanecer de las cenizas".
increíble propuesta, por un momento me sentí dentro de una pesadilla, y las imágenes adecuadamente elegidas para imaginarse las escenas... excelente... mi humilde voto para ti... ci vediamo...
lo que más espero es el disfrute de las historias en cada genero literario que comparto, éste en particular quería que transportara al suspenso y pudieras ver cada cosa que pasaba sin anteponerse a los sucesos, me alegra que lo hayas disfrutado, saludos y Prego .
increíble tu relato llevarlo a una película seria todo un éxito, te felicito mi hermano. Abrazos.
Gracias gran amigo @andrades te sorprendería pero estaremos trabajando en eso, saludos.
No está mal, inventa un tema, un género nuevo.
Que bueno que te pases por mi blog, genio @fnux voy a ver como se me da eso.
Gracias :)
¡Qué buena historia! :)
Me alegra mucho que te pasaras por aquí Prometeo :D
Saludos.