La lectura que realice del grandioso autor Matthieu Ricard, me provoco una gran duda y me contesto varias cosas a la vez, y es que este texto a diferencia de muchos textos que he leído no utiliza el cliché de que la felicidad debe de ser algo perfecto y debe provenir de una vida feliz.
El autor lo plasma como de que la felicidad se basa en las perspectiva de cada persona, la felicidad no es una meta u objetivo que tienen todas las personas en el mundo, la felicidad es algo personal que cada uno considera o no, el autor nos dice un relato bastante interesante de una persona condenada 15 años a prisión, literalmente al entrar nos relata que era el infierno en la tierra, calor excesivo, compañeros problemáticos, poco espacio de celdas, enfermedades, pero incluso en estas condiciones el trato la forma de no caer en la angustia y no perder las ganas de vivir, se puso a meditar y gracias a esa cosa insignificante, su vida pudo tener un poco de felicidad y paz.
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Esto me lleno demasiado y es que muchas veces tenemos demasiada felicidad en nuestras vidas y no sabemos apreciarla, siempre queremos mas o mejores cosas, y es que eso es increíble yo también quiero llegar muy lejos y tener un gran vida, pero no es bueno que pensemos que la felicidad es la cosa que obtendremos cuando todos nuestro objetivos en la vida estén cumplidos, eso es erróneo, yo creo que la felicidad es el camino, así como se ye la felicidad es disfrutar cada día lo que haces, cada día despertarte, abrazar a tu madre, ver a tus amigos, una risa, creo que esas cosas son la felicidad es su más puro estado.
Y luego llegamos al ultimo punto que toma y es por que muchas personas pierden las ganas de vivir, para mi esto no es un estado emocional, sino que es una ausencia de la felicidad, en mi vida siempre he tenido propósitos para siempre tener ganas de vivir, y si pudiera compartir algún consejo es que aprecies las pequeñas cosas que tiene la vida, créeme todos en esta vida tienen una razón para sonreír, si se te hace muy difícil encontrar una, solo recuerda que el día de hoy despertaste, si esa no es un gran motivación, no se que lo sea para ti, al igual que lo dice el autor, creo que todos debemos enlazar la felicidad con el placer de vivir.
Por Edgar Hernández