Se trata de amar lo que está afuera pero amar aun más lo que está adentro. Amando aquella luz interior lo demás vendrá solo; y en efecto, será imposible sucumbir ante los señores del miedo; a fin de cuentas, son sólo carne con algo de ambición para manipular las cobardes mentes que se dejen influenciar.
Muy interesante tu relato; una reflexión (tal vez) muy bien narrada, y con ciertos toques de espiritualidad (o eso alcanzamos a percibir desde aquí ;).
Gracias por compartir tu contenido con nosotros en El Arca.
Gracias a ustedes por el apoyo. Ciertamente hay mucho de lo que mencionan. Un abrazo grande!