Que anzuelo me has lanzado
que toda mi atención a captado,
al hablar no te dejo de observar,
te imagino cantar y no paro de admirar,
me pones a suspirar mientras
mi mente se pone a divagar.
suerte que a mi hayas de llegar,
aunque trato de no demostrar
que de ti me empiezo a enamorar,
aunque tengo miedo que el pasado se vuelva a repetir,
mi corazón y mente empiezan a discutir si es lo que realmente quiero sentir.
por mí cuando pasamos a conversar a caminar,
a conocernos cada vez un poco más,
sólo queda dejar el tiempo pasar
y ver que Dios nos a diseñado en este camino destinado,
pero creo que primero debo superar el pasado
que ha dejado un corazón herido y manchado.
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