Fuente
Es raro que el post tenga como título algo relacionado a las ciencias naturales, y comience hablando del célebre "padre del capitalismo", Adam Smith. Resulta que estaba leyendo un libro de un economista y político argentino llamado Alex Kicillof, titulado "De Smith a Keynes. Siete lecciones de historia del pensamiento económico". Me pareció extraordinariamente curiosa una observación que hizo Kicillof, anecdótica y para nada relacionada con el tema fundamental tratado en dicho capítulo, pero causa para la siguiente reflexión.
Adam Smith, en su famoso documento "el origen de la riqueza de las naciones" de 1776, desarrolla, entre otras ideas, la composición del valor de cambio de los bienes, dividido en tres partes que le dan magnitud al mismo: el salario del trabajador, la renta de la tierra pagada al tenedor de la misma y la ganancia del capitalista. La suma de estas tres, dice Smith, determinan el valor "de equilibrio" de las cosas. Situaciones particulares harán fluctuar dicho precio, pero la inexorable ley de la oferta y la demanda harán siempre que dicho valor nominal orbite alrededor del "precio de equilibrio".
Lo mismo ocurre con el salario de los trabajadores, continúa Smith, ya que el salario también tiene un "valor de equilibrio" que viene dado por el valor que asegure la "subsistencia" del trabajador, lo que se entiende en la práctica que los trabajadores devengarán lo necesario para subsistir en condiciones normales. En los casos donde condiciones particulares desencadenen que el valor del salario sea menor que el mínimo para subsistir, entonces la población se diezmará y habrá menos "oferta" de mano de obra, por ende, se equilibrará el salario real (que macabro!). En el caso contrario, cuando las condiciones particulares generen que los salarios sean superiores al "valor de equilibrio", la población aumentará con su esperado efecto en la oferta laboral (tan macabro como el anterior). Dicho en otras palabras, la riqueza generada por el capitalismo inevitablemente hace que aumenté la población.
Thomas Malthus, en 1798, toma parte de este racionamiento de Smith para escribir su "Ensayo sobre el principio de la población", en el que atribuye el hecho del control "natural" de la natalidad y el crecimiento demográfico a las condiciones y fluctuaciones del valor del salario de los trabajadores. Regla sencilla: salarios mayores al "salario de subsistencia", crecimiento demográfico; salarios menores al "salario de subsistencia", decrecimiento demográfico.
Lo que quiere decir esta imagen, sencillamente, es que cuando el salario real está por encima del salario de equilibrio o salario de subsistencia, la gente empieza a comer y a vivir; mientras que cuando el salario real está por debajo del salario de subsistencia, la gente se muere de hambre.
El naturalista Charles Darwin, en 1859, escribe "El origen de las especies" en el cual cita a "la doctrina Malthus" aplicada al reino animal y vegetal para desarrollar su concepto de la selección natural, el cual se ha constituido en uno de los dogmas incuestionables de las ciencias naturales modernas. Nadie discute la veracidad de la selección natural de Darwin sin ser colocado al margen de la ciencia.
Ahora bien, entendiendo el razonamiento inicial de Adam Smith sobre un hecho fundamentalmente injusto, como lo es la explotación del trabajador por parte del capitalista, y comprendiendo que toda la argumentación posterior con respecto al control demográfico y su relación con el valor del salario (sin negar su veracidad) no hace otra cosa que explicar como un hecho injusto controla la gente que nace o no nace en un lugar determinado, y también reconociendo que sobre esta argumentación Charles Darwin desarrolla la idea de la "selección natural", al final de estas consideraciones surge una pregunta en mi corazón: ¿es la selección natural una "ley de la naturaleza"? Si partimos del hecho que la Naturaleza es perfecta, tendríamos necesariamente que reconocer que la naturaleza es justa y encarna en ella misma la Justicia, entonces, ¿puede una idea que explica las consecuencias de un hecho injusto, a decir la doctrina Malthus previamente desarrollada por Adam Smith, ser la base fundamental de una Ley de la Naturaleza?
Gregg Braden ha recogido planteamientos interesantes, propios y de muchos investigadores y científicos, que socavan las sagradas fundaciones de la teoría darwiniana de la evolución de las especies (link). Como sucede con todos los grandes pensadores y protagonistas de la historia, Darwin no es más que una víctima de lo que han levantado los "darwinianos" a lo largo de los últimos 160 años, desde que Charles publicó su tratado "El Origen de las Especies". Las ideas darwinianas suponen una confrontación directa con los dogmas creacionistas, defendidos por el orden religioso por cientos de años, que le valió tanto a él como a sus defensores originarios ataques por parte de los defensores de "lo viejo". Paradójicamente algo parecido sucede en nuestro tiempo con aquellos que osan contradecir la santa palabra evolucionista, y así seguiremos avanzando, de dogma en dogma, de inquisición en inquisición, de libertador en libertador hasta que "se seque el tiempo..."
Como diría mi gran amigo Sócrates... Sólo sé que no sé...
Este artículo está modificado de mi post original
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