Aún recuerdo ese día tan sombrío, esa llamada que me dejó pasmado. Estaba yo, enfrente de una máquina de escribir en mi cuarto de residencia, tenía aproximadamente cómo veinte días de haberme mudado, buscaba un cuarto más grande, ya que creo supersticiosamente que los pensamientos fluyen más en habitaciones grandes. La anterior era pequeña, con mucha luz cuando caía la aurora, en cambio esta era perfecta, sus cortinas eran oscuras y con una sola ventana, a veces pienso que tengo complejo de topo ya que me gusta estar bajo la oscuridad, pero cuando surjo a la sociedad me muestro como un ser claro. Como decía; en mi cuarto solo se escuchaba el sonido del tacleo de la máquina de escribir, cuando de forma estrepitosa sonó ese bendito teléfono. La voz del otro lado se escuchaba como un susurro era débil e indeleble, era una voz femenina que de repente sacó fuerzas y me dijo: “Elinder, ¿Eres tú?” - Esa voz se me hacía conocida pero tenía como una especie de ronquido que no me dejaba diferenciarla, se sacudió la nariz en plena bocina, y entre llantos me dice: ¡Tu abuelo ha muerto! y su voz se quebró entre llantos y sollozos, cuando escuché tales palabras mis ojos inmediatamente humedecieron, soltando unas chispa de cristal que rodaban por mis mejillas, la voz era la de mi madre, cuando terminó su frase me colgó el teléfono. Allí estaba yo, abatido por los pensamientos, recuerdo que estaba escribiendo acerca de la soledad, porque con esta noticia todos mis ideas se esfumaron. Me vestí de forma veloz, y empredí el viaje hasta la casa de los abuelos.
Al llegar a la entrada de la casa, en la puerta, de cada lado estaban cuatro viejitas con vestido de flores blancas con negro y sus cabezas cubiertas. Tenía tiempo sin pisar la casa de los abuelos; apróximadamente ocho años, pero en la familia el amor no se trata de la frecuencia, sino de la constancia. Pasé y lo primero que me encuentro ese árbol que me trasladó de manera inmediata a mis recuerdos de infancia, donde el abuelo cuando estábamos solos me decía - ¡Elindersito, súbase en ese árbol y baje tres mangos, dos para ti y uno para mí! Yo con las habilidades de un gato lo hacía, ese viejo fue la primera persona en darme confianza en mis habilidades, porque en ningún momento pensó en la probabilidad de que me cayera. Ya montado en el árbol, me decía ¡Agarre los más maduros! en mi aventura de infante me tomaba el tiempo de adrenalina y tardaba ratos “supuestamente buscádolos” todo para seguir montado allí, luego de agarrar los mangos bajaba, y me sentaba con él. Él sacaba su cuchillo y me deba un tajo, al ponermela en la mano soltaba siempre una frase ¡Comáselo con concha, que eso es vitamina! - Los viejos y sus creencias. Despúes de haber comido. Nos quedebamos bajo el árbol por la sombra que le daba a todo el patio de la casa. Mirando el árbol dijo: ¡Este árbol me recuerda a aquel Salmos, que recitaba el rey David; “Dan mucho fruto y no se marchitan sus hojas”! - Me tomó por la cabeza y me dijo ¡No le digas a tu padre que te has montado en el árbol, y me dió un guiñó el ojo izquierdo! - Yo me reí. Al otro día estando mis padres en la casa el viejo me preguntó que si quería comer mangos, yo le respondí que sí, y nos fuimos caminando hasta el patio, sacó una vara y los bajó él, mirando a mis ojos dijo: ¡Para que tú papa no sepa que te aventuras! - Ese árbol tan llenos de recuerdos donde sus hijos también comieron y donde sus nietos los aventuró con su plena confianza a que lo exploraran.
Seguí mi paso y llegué a la sala, era grande y su techo muy alto, a pesar de que había crecido la casa de los abuelos todavía se me hacía enorme. En un rincón de la sala estaba un atril con una biblia de cuero, y sus bordes dorados, era la biblia del abuelo. Caminé hasta ella y estaba abierta justamente en el Salmos 1-3 que dice: “...Él árbol Llegando el momento, dan mucho fruto y no se marchitan sus hojas, ¡Todo lo que hace le sale bien!” - Pasé mi mano derecha sobre la hoja y me invadió ese recuerdo en donde el abuelo de una forma serena, nunca me dejó leer su biblia, un día estando él en el campo, cuando llegó para su sorpresa yo lo había desobedecido y tenía la biblia entre mis flacas piernas pasando hoja tras hojas, a decir verdad recuerdo que no estaba leyendo nada, pero si me cautivaba sus ilustraciones, el viejo se paró en la puerta y con una voz granulosa de hombre duro, me dijo: ¡Chacho, los chiquillos no pueden leer la bilia, porque se les destina a ser sacerdotes, y yo no quiero sacerdotes en mi familia! - Sin saber el porqué de esto, no hubo protesta ni preguntas, me quitó la biblia y la colocó en su lugar. Ese recuerdo aún lo mantengo tan vivo en mi mente. Seguí por mi camino, y llegando a otra de las salas yacía la urna con el cuerpo del abuelo dentro, no quise mirar, me quedé ensimismado en la esquina de la sala, En ese momento llegó mi madre con sus ojos atónitos y chispeantes, tomándome de los hombros, luego sentí el brazo fuerte y robusto de mi padre, y entre mi pecho se escondió mi abuela. El abuelo era un hombre duro gran idiosincracia. Siempre me decía, ¡hijo si va a ser algo, hágalo de buena manera de la mejor, yo tengo la firme convicción de que usted va a ser un hombre de bién, sea como su pápa, yo me quebré el hombro para criarlo de buena manera y por el buen camino, y allí está dando lo mejor por ustedes siendo camionero y buena persona a la vez! - Entre mis memorias se encuentra ese último recuerdo del abuelo, que cuando se enteró de que mi sueño era ser escritor me llamó, y me dijo: ¡Elindersito, si va ser escritor, no vaya a escribir tonterías, más bien escriba lo que la vida le ha enseñado, no invente nada, y si es posible escriba sobre ese árbol, para que todo lo haga le salga bien.
• Vivir para contarla, de Gabriel agarcía Marquez, Editorial Grupo Norma 2002
• Las pequeñas memorias de José Saramago, Editorial Alfagura 2007
• Memorias del subsuelo, Dostoyevski
Editorial Centro de América latina 1977
a very good post and can be made in an example.
Thankˋs @humaidi
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STOPExcelente mano esperamos seguir viendo más de tus post, te llevas mi voto!.
Gracias hermano, @enfocate!
Dios que escrito tan emotivo me tocó el corazón realmente, que bello que hayas expresado tanto aquí, un deleite lo que acabo de leer, cuentas con mi voto, hermoso de verdad
gracias @carolinaidrogo me halagas.
Mi pana ya lo sigo y vote espero que me siga y vote también suerte y éxitos
Saludos hermano latin
Buenisimo @elinderzambrano te llevas mi Voto
Excelente hermano gracias por compartirlo @nanowins77
HERMOSO Y EMOTIVO. TIENES TALENTO