Al pensar en la Venezuela que quiero, lo primero que se me viene a la mente son los niños… Esos pequeños inocentes que día a día afrontan con su familia situaciones que no deberían estar pasando, su único problema debería ser no saber que juguete usar ese día o pensar en cómo ganarle las metras a sus amigos… pero lamentablemente esa no es la realidad. Los adultos e incluso los adolescentes entendemos la situación-país pero estos pequeños niños no.
Esta foto se la tome a mi sobrino en diciembre de 2016 comiéndose una hallaca, él puso ese gesto gracioso al decirle como se llamaba esa cosa que él no conocía y que le parecía tan extraña por su envoltorio, pero sin embargo le encanto.
La Venezuela que yo quiero, es una llena de la sonrisa de pequeños niños inocentes y llenos de sueños que algún día desean cumplir aquí en la tierra que los vio nacer… Y sin duda alguna desearía que en mi Venezuela este diciembre las mesas estén llenas de hallacas, un plato que es la cara de nuestro país y que nos trae tan buenos recuerdos familiares…
Venezuela, tu país y el mío!!! sigueme...
te sigo, saludos
Que bello ese catire Dios lo cuide
amen amen, gracias por tu comentario
Jejeje parece como cuando va a soplar la vela de la torta en el cumpleaños :p
jajaja siii
Y lloverán las sonrisas. Ten fe. Lindos deseos.
amen que así sea.. saludos