Excelente artículo @yngrid. Ciertamente que Cupido le apunta al cerebro, y no con una flecha sino con una jeringa cargada con un coctel químico tremendo jeje, pero supongo que no es muy romántico decir “te amo con todo el cerebro”. Pero con todo esto parece más bien que es el enamoramiento, esa parte inicial, el producto de esta sobredosis de sustancias amorosas, y cuando la razón recobra el control, como cual resaca, uno se dice como “hice esto o aquello” jajaja, supongo también que por eso algunos cambian constantemente de pareja, se vuelven adictos a las sustancias segregadas durante el enamoramiento, pero no le las ingenian para mantener la misma emoción con la misma persona. Saludos!
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Saludos @emiliomoron. Tienes toda la razón, no suena tan romántico un "te amo con todo el cerebro", pero es un poco más acertado en atención a lo que sucede en nuestro organismo. Por otra parte, cuando pasa ese proceso en el que flotamos de amor, corremos el riesgo de aterrizar de cabeza. la sobredosis puede llegar a ser peligrosa. La adicción a la que haces referencia es real. Tal como lo refieres, algunas personas pueden llegar a buscar otro amor para comenzar a sentirse nuevamente extasiados, pero las parejas inteligentes descubren la manera de mantener la "llama viva". Si se puede, tal vez comprenderlo desde este punto de vista podría ayudar a hacernos más conscientes del poder que tenemos sobre el amor y no dejarle todo a cupido, jajaja. Saludos y muchas gracias por leer el post.