Saludos stimian@s, un poco alejado pero activo.
A veces las cosas no salen como las planificamos, y esto sin duda afecta los resultados que buscamos, sin embargo debemos encontrar el camino para reorientar nuestro optimismo y quizás cambiar estrategias u objetivos para seguir en busca de la meta.
En la actualidad, esta acción es muy común, la selva de cemento donde andamos podemos encontrar toda clase de personajes que se pueden dedicar a estropear los planes de los demás, o también somos nosotros lo que podemos errar en buscar cosas que son inalcanzables, o simplemente las condiciones en las cuales nos encontramos no son las adecuadas en el momento que las desarrollamos. Todo o parte de esto, y otras atenuantes pueden pasar por nuestra cabeza en distintos momentos, y nos puede llevar a abandonar la carrera por el éxito que soñamos.
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Las situaciones en los países varían, la economía sube o baja, la seguridad empeora, las posibilidades de crecer se reducen, así muchas otras cosas que pueden formar parte de algo que nos limita a pensar que podemos avanzar, y caemos en pensamientos vagos, o simplemente nos adecuamos a vivir con lo que tenemos y pasamos a sobrevivir, o ser sobrevivientes dependientes de otros, llamase gobierno, familia o amigos.
Particularmente aquí en Venezuela este fenómeno que a través de una propuesta política ha planteado un socialismo del siglo XXI, con muchas oportunidades para expresar lo que pensamos, para proponer e incluso para participar, pero que al parecer, según los resultados, no se ha logrado que estas oportunidades lleguen a tod@s por igual, pasa algo muy peculiar, y que sentimos muchos, es que hemos retrocedido en el tiempo, porque al contrario de otros esas oportunidades se nos escaparon al no tener una opción directa con el proyecto político, es decir, siendo venezolanos comunes que no tenemos una posición política o estar cerca de alguna, pero que veníamos en ascenso en nuestros trabajo, que logramos comprar casa, formar una familia, hemos visto como en este momento hemos tenido que parar nuestro avance y hasta retroceder un poco para lograr seguir adelante con lo ya construído.
No es fácil, luego de lograr un estatus, no en lo social, quiero referirme a un estatus ante tus hijos, familia, ante los seres que mas amas, donde premiar a tu hijo por pasar de grado o por una buena nota, era algo tan sencillo como comer arepa con queso, y ambas cosas se han visto mermadas por la situación que al parecer no se ha logrado derribar, llámese saboteo, que es algo que existe y es real, o simplemente negligencia de dirigentes que por los resultados también es bastante real, pero que sin duda está pasando y para nosotros, la generación X, nos pega y no nos deja encontrar una salida donde logremos la empatía junto a los actores políticos, y podamos construir desde lo ya alcanzado.
El optimismo del siglo XXI se debe crear primeramente en uno mismo, la persona entusiasta en este momento debe rodearse de personas que tengan esa actitud, por ello muchos jóvenes han preferido marcharse y buscar destinos juntos, por el mismo entorno donde se encuentran, pero al contrario si nos rodeamos de personas que no tienen en sus planes irse a otras naciones, entonces siguen acá luchando y creando ideas nuevas, y allí pudiera estar una gran diferencia, en el querer irte (¿para que?) y quedarte (¿por que?).
No comparto las criticas destructivas que hacen a aquellos que se van, todos somos libres de buscar nuestro propio destino, pero pasa que algunos que se van piensan que allá conseguiran lo que tenían aquí haciendo lo mismo, y el resultado, lamentable por ellos, es un fracaso, ya que te debes enfrentar a otras culturas, personas y en muchos casos a otras actividades a las cuales no estas acostumbrado. Las leyes cambian en los países y esto es primordial conocerlo, puedes ganar mucho dinero en otro país y alcanzarte para cubrir tus necesidades, y eso es producto de una economía estable, lo que actualmente no pasa en Venezuela, y por eso puedes creer que estarás mejor, pero cuando sacas cuentas entonces reconoces que estas trabajando el doble de lo que hacías aquí, y por eso entonces nos lleva a pensar que ir a otro país es lo mejor para salir de la crisis. Claro pero también es difícil actualmente recuperar a una Venezuela trabajando nosotros el doble, creo que políticamente este fuerzo debe hacerse entre los líderes que asumen decisiones por allá arriba, y de allí nosotros esforzarnos y si tenemos que trabajar el doble hacerlo, pero definitivamente trabajar ahora mismo el doble o el triple solo te alcanzaría para seguir manteniéndote dentro de una crisis, y así es que está pasando.
Por otra parte, debemos entender el momento para crear, y esto debes adecuarlo a seguir optimista y siempre buscar alternativas o estrategias que nos puedan llevar a mantenernos activos en conocimiento y actualizados para enfrentar adelantos y alinear esfuerzos, participar en la sociedad activamente, no podemos darnos el lujo de ser conformistas y sólo esperar que el mismo gobierno te resuelva, aunque sea su compromiso, debemos buscar nuestro destino, y si es aquí que lo queremos entonces "El Optimismo del Siglo XXI" debe reflejarse en personas, activas y creativas, proactivas e impulsoras, integrales para enfrentar retos, e inteligente para conocer el camino, desconfiadas hasta en sus propio resultados y siempre comprobar lo logrado, y muy especialmente reconocer sus errores para mejorar, es muy importante aprender de esto que ocurre donde los valores y las relaciones humanos han pasado a un plano de irrespeto y desconcierto, por ello debemos recuperar estos espacios de familia y lograr unión, esta persona la debemos moldear y debemos hacernos cada uno la copia para enfrentar los retos que puedan venir, y esto será dentro o fuera de Venezuela.
Difícil no pensar en irse, también pensar en quedarse, tus hijos te obligan a buscar las estrategias para mantener lo que has logrado, y esto puede llevarte a perderlo todo para empezar de nuevo.
Lo único que no debemos perder es el entusiasmo por seguir viviendo y creyendo en nosotros para resolver lo que sea.
Esta reflexión es parte de lo que mucho he conversado con amigos y familiares, que se han quedado o se han ido a buscar sus destinos. Espero podamos cosechar mejores tiempos, y para eso tenemos que sembrar buenas semillas.
Saludos
Eber Morin