Hoy día inicié un proyecto nuevo, las ideas flotaban en mi mente como una botella de plástico sobre el agua, eran tantas y tenía miedo de perderlas, decidí anotarlas y guardarlas en un sobre para revisarlas luego una por una y desarrollarlas.
Salí de mi casa en busca de un sobre, llegue a la librería más cercana y una vez ahí sentí una gran decepción. Ninguno de los sobres que ofrecían era lo suficientemente llamativo para mi, aunque ¿En qué podía diferenciarse un sobre de cualquier otro?. No tenía repuesta a mi pregunta, así que coloqué como excusa que ninguno era lo bastante grande como para almacenar tal cantidad de papeles.
Seguí buscando por otras librerías y el resultado era el mismo, volví a mi casa y decidí hacer el sobre yo mismo.
No tenía muchas hojas disponibles pensaba inicialmente, mire un poco entre mis cosas y dije "con esto será perfecto". Tomé un par de láminas de papel que me había traído del evento de un amigo, aunque estaban usadas para mi fueron el material prefecto, la idea de usar tal cosa fue porque una de las personas de ese evento me preguntó "¿En qué usas ese montón de papel que te llevas?", yo sonreí y le expliqué que las reutilizaba y que tenía muchísimo uso aún. Los sobres de las tiendas no cubrían mis expectativas porque ninguno era tan grande como para guardar toda mi información, sin embargo el que creé a partir de las láminas era perfecto porque más que espacio también tenía el esfuerzo, la dedicación y el trabajo de cada una de las personas con las que actualmente paso mucho tiempo, me recibieron en su grupo y por eso les digo Gracias.