Es probable que no muchas personas se hagan esta clase de preguntas, sin embargo una voz en mi cabeza repite una y otra vez la misma incógnita: ¿Qué tan lejos llegarías para obtener un gran poder? No dejaba de hacerme esta pregunta mientras caía al vacío... hacia una muerte segura. Resulta increíble lo lento que pasa el tiempo cuando ya no temes morir; creí que estaría desesperado, dado siempre tuvo una rápida capacidad de análisis, pero esto es diferente, es tranquilo y apacible, es como si todo se detuviera a mi alrededor y miles de preguntas pasan por mi cabeza: ¿cuándo terminaré caer?, ¿habré hecho algo que valga la pena antes de llegar a esto? ¿Margo estará bien sin mí?, pero la realidad de toda esta situación es que esto es una mierda, puede que otros saquen alguna enseñanza sobre esto, estar en sus últimos segundos de vida, pero no puedes cambiar el pasado y en retrospectiva... sabiendo que este seria mi final me hubiera negado a tocar a ese hombre la semana pasada.
UNA SEMANA ATRÁS
Otro día que termino por maldecir, es inevitable pensar que no debí salir de la cama, no solo por el hecho de que casi me despiden, aunque no seria tan malo perder un empleo mediocre en cierto modo, sería un cambio interesante, ya va siendo hora de un cambio, podría arriesgarme en algo nuevo que me apasione, olvidarme de las ganancias fijas y tratar de innovar... aunque evaluando mi realidad, tengo cuentas que pagar y una adolescente que necesita comer, por lo que conservare el empleo por un tiempo más, la buena noticia es que el día esté llegando a su fin.
El autobús de las 8:00 p.m nunca es puntual pero siempre es seguro que pasara, gracias a que termine haciendo turno doble en la panadería, al salir me percato de que ya anocheció, normalmente el camino a casa es de dos horas las cuales suelo aprovechar para dormir, si logro encontrar donde sentarme, sin embargo dentro del autobús mis planes de descansar un poco se ven frustrados, se encuentra repleto de gente a más no poder; luego de entrar termino en el centro del pasillo con una sola mano sujetando el respaldo de un asiento, afuera a comenzado a llover, es una suerte que no tuviera que mojarme antes de entrar al autobús, sin embargo los ánimos dentro son nefastos, puedo sentir que hoy algo anda mal.
Estando en la carretera vamos viajando a unos 80 kilómetros por hora, con el autobús repleto y una lluvia torrencial, no hay que ser un genio para saber que esto es un potencial desastre. Desde niño siempre he analizó mi entorno y a las personas en él, inició como algo involuntario, una cosa para la que tengo una facilidad natural, aunque con el pasar de los años lo he hecho cociente y hasta divertido, puedo saber de dónde viene una persona y qué hará con solo fijarme en su ropa y un par de expresiones, esto me ayuda a encajar en un mundo que no termino de entender; por lo que al analizar toda la vía puedo tener algo más que solo un mal presentimiento.
El chofer trata de rebasar a un pequeño auto rojo que tiene algunos problemas con lo resbalosa que se pone la carretera con la lluvia, cuando el autobús pasa al siguiente carril, pocos nos damos cuenta que una camioneta se aproxima a gran velocidad directo hacia nosotros, solo unas 4 personas se percatan de todo en el momento en el que sucede, considero una fortuna que entre esas personas se encuentra el chofer; para evitar una colisión directa gira bruscamente el autobús hacia la izquierda, en un instante como si de un movimiento coordinado se tratara el autobús derrapa y se voltea comenzando a girar de costado, atribuyo esto al exceso de pasajeros, que cuando sienten el brusco movimiento, es el momento en el que la mayoría entra en el estado de la realidad, se dispara la oleada de pánico, todos actúan de forma desesperada dando alaridos y tratando de aferrarse a algo o a alguien... todos menos el hombre parado en el centro del vehículo, que analiza todo como si no perteneciera a la situación en sí... todos menos yo.
Dejo de prestarle atención a la gente y procuro centrar mi concentración en lo que está sucediendo afuera, es como si el tiempo comenzará a ir más lento, puedo ver todo, gracias a la conciencia corporal sé que no estoy tocando el suelo, al igual que los pasajeros que estaban aglomerados en el pasillo, veo que la gente que esta sentada se aferra al respaldo del asiento del frente, como si estuvieran aferrándose a la vida al hacer esto, seguro con la esperanza de que esto de hecho puede salvarlos, con la primera vuelta de lado veo cada ventana romperse y así es como varios comienzan a morir; primero las personas sentadas al lado derecho del autobús, reciben un golpe directo al chocar con el asfalto, luego de la primera vuelta el costado derecho del autobús recibe el impacto de la camioneta que nos hizo salir del camino, el golpe me lanza contra el lado izquierdo y algunos vidrios me lastiman el brazo, el dolor hace que finalmente termine de entrar en conciencia ante la situación, el pánico se va apoderando de mi y es entonces cuando me doy cuenta de que moriré.
Sigo mirando a mi alrededor, viene a mi mente el pensamiento de que relajar el cuerpo en esta clase de situaciones es de ayuda, a pesar de sé que no es posible salir de algo como esto simplemente relajándome. Estoy en el centro de todo viendo el mundo entero destruirse a mi alrededor, en lo que considero que son mis últimos momentos, trato de imaginar que piensan el resto de los pasajeros, en especial porque ese hombre de cabello gris no deja de sonreír; me extiende la mano, se encontraba a solo 2 metros de mi, cuando de pronto comencé a entender mi brazo, mi cuerpo parecía moverse solo, no tomo mas de 2 segundo que llegara hasta él y estrechara su mano... en ese momento me percaté de que no quería mi ayuda.
Al apretar su mano todo mi cuerpo se tensa, una sensación de calor se extiende por mi cuerpo hasta que me invade, es como si mi sangre comenzara a hervir, los colores se hacen mas vivos y la luz mas intensa, mi corazón deja de latir y de un momento a otro todo se torna oscuro...
- Alberth: ¿Estoy muerto?
Despierto acostado junto a la carretera, me levanto tan bruscamente que siento un dolor intenso por el agite de mi cabeza, veo a mí alrededor de forma desesperada, mí respiración es errática, luego todo se detiene cuando veo un accidente frente a mí, el autobús junto con 2 autos más se encuentran destrozados ante mis ojos, todo quedo reducido a una mezcla de metal y sangre bastante impresionante, no tarde mucho en prenderse fuego lo que ocasiona que el lugar poco a poco se vaya llenando de gente y vehículos, no logro entender lo que pasa hasta que una voz profunda me saca de mi letargo.
https://andaluciainformacion.es/andalucia/454365/arde-un-autobus-de-comes-en-valdelagrana/
- Bruce: Hijo tienes potencial
Volteo en dirección a esa voz y veo al hombre del autobús, tiene una chaqueta deportiva gris con jeans azules y zapatos deportivos negros, es alto y esta en buena condición física, a pesar de que no aparenta tener mas de 30 años, tiene el cabello canosa. Trato de levantarme pero es un esfuerzo inútil, estoy paralizado, no puedo hablar ni moverme, solo observar mientras el hombre se coloca su capucha y se aleja mientras levanta una mano para despedirse, trato de concentrarme para ponerme en pie, regulo mi respiración tomando una gran bocanada de aire, al final el cuerpo no me responde y caigo de espaldas mientras mi pecho baja y sube bruscamente.
- Alberth: ¿Qué CARAJO PASÓ?
Así que esto es estar en shock ...
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