jajaja! mi querido Prof. Lecumberre, lamento mucho su situación, pero si le parece tranquilizador le diré que , las enfermeras en su profesión, no le importan las nalgas que ven, ellas van mentalizadas ya para inyectar el medicamento.
Y tranquilo que a todos nos duele, detesto las inyecciones en la nalga, desde hace años que le huyo porque la ultima vez, me pincho una enfermera que tenia una extraña condición en su dedo medio, no era flexible y lo tenia siempre levantado, y la mujer en cuestión tenia la mano pesaaaaada, dure una semana con la nalga dolorida y morada.
Ja, ja, ja, si es así, prefiero aguantar el pinchazo en quietud.