Cuando dos personas se unen en nombre de Dios, dicha unión es para siempre. El divorcio es prohibido, lo que Dios ha unido ningún hombre lo puede separar.
El matrimonio es algo sagrado y debemos estar conscientes de lo que hacemos cuando nos unimos a otra persona. Los sentimientos deben ser sinceros, cuando hay pureza en nuestro corazón el matrimonio durará toda la vida.
Dios espera que cumplamos con nuestros votos al casarnos, porque será para toda la vida, incluso después de muertos. Pero si existe algún caso de fornicación o cualquier otra causa delicada, la Biblia tiene sus recomendaciones (Corintios 7:11) dice que solo el hombre y la mujer tienen en sus manos seguir y perdonarse o separarse. Lo que si que las obras de cada uno serán vistas por Dios y a él tienen que rendir cuentas.