Dios es amor y es muy paciente, si estamos alejados de la iglesia, el puede esperarnos, él nunca se olvida de nosotros y quiere nuestra salvación. Pero debemos seguir su palabra y sus mandamientos para ser salvos.
Debemos tener conciencia de su palabra y seguirlo, porque en el juicio final estaremos frente a él rindiendo cuenta de nuestros actos. Dios no quiere que nadie perezca.