Reino de Tiranos [Cap5] - Tensando los Hilos

in #spanish7 years ago (edited)

Todo se ilumina ante el Ojo Astral de Migdogire. Me veo transportado a uno de los laberínticos pasadizos de metal oxidado del Anillo de los Rotos que tanto evité durante la guerra, ahora vagamente iluminados por flores verdes incandescentes brotando de cada quebradura, aprovechándose del abandono de su creador para esparcirse por un terreno que de otra forma se vería completamente decadente. Siento un caluroso líquido pegajoso en la planta de mi pie izquierdo. He aterrizado sobre un insecto, destrozando su caparazón, haciendo estallar su cara, acabando con su miserable e inútil existencia. Un par de su decena de patas, quedan pegadas a mi pié.

-Asqueroso. De todo lo que podía crear La Senda, ha tenido que pasar por la misma etapa de los insectos que Imatma.-

Y ahora toca esperar a alguien de Lluvia de Acero para que pase a buscarme e iniciemos el transporte definitivo. Espero que no hayan caído muy lejos, el tiempo en la segunda dimensión pasa infinitamente más rápido y no es conveniente teniendo en cuenta la clara intención bélica de nuestro adversario. ¿Cuánto puede tardar él en planear algo de calibre interdimensional?¿Unos meses?

Miro hacia los lados, esperando alguna señal de que mis acompañantes lleguen. Lo único que diviso es a una pequeña familia de insectos idénticos al que he aplastado. Me llaman “mierdoso” e “hijo de puta” con sus vocecillas de mierda antes de irse cobardemente por donde vinieron. Automáticamente invoco un ejército de raíces que desintegran a los insectos junto a un centenar de metros del laberinto. Asegurándome de que ninguno de ellos vuelve a insultar a la creadora de todos los Orígenes.

El abismo rojizo que hay al rededor de toda la estructura se deja ver entre las venas que hago desaparecer poco a poco.

-¡Pequeños trozos de hez, vuestra especie tiene la misma utilidad que Voirégire intentando leer!¡Cuando acabe con mi misión, regresaré para que no queden ni vuestras huevas! -Piso con todas mis fuerzas el cadáver de el bicho de antes y lo restriego por todas partes. Ni la forma de sus restos darán una pista de lo que era- ¡Miserables! -Escupo sobre la mancha que queda de esa cosa infecta. Sigo pisoteando, ignorando el daño que me estoy haciendo contra el suelo. Algo me agarra por el hombro.-

-Déjalo, Saokver -dice uno de los integrantes de Lluvia de Acero- está más que muerto.

-No lo suficiente. -doy un último pisotón y me vuelvo hacia él, que esconde apresuradamente la mitad derecha rostro con su blanquecino velo, tan deprisa que casi arranca un anillo dorado de los que lo sostienen por encima de su frente. Le instigo para irnos de allí- ¿Qué, preparado para salir?

-Sólo una cuestión ¿Seremos capaces de respirar en la atmósfera de la segunda dimensión?

Me da un tick en el párpado ante una pregunta tan absurda.

-No sé, Mimagüi, ¿podremos respirar en la dimensión para la que yo mismo creé e inserté pulmones en todos los cuerpos de todos los Orígenes y sus Deudores para que precisamente pudiéramos respirar en las putas atmósferas de sus planetas e incluso en su jodidísimo espacio exterior sin necesidad de la esencia neutra en el ambiente?¡¿Eh?!¡¿podremos?! Espera... ¿Necesitas que te diga lo que es un planeta también?¡¿Eh?! Y eso por no contar que a donde vamos debería haber esa esencia neutra por doquier.

Queda en silencio, simplemente mirándome mientras me doy cuenta de lo rematadamente idiota que estoy siendo. Voy a disculparme pero me detiene poniendo una mano enfrente, haciendo resonar los colgantes dorados entrelazados en su vestimenta de seda que tanto me hacen recaer en la consciencia la bondad de su creador. La que tanto sabe imitar.

-Madre estará a salvo de los insultos de unos insectos insignificantes, si es lo que tanto te crispa. -Su gesticulación henchida en grandilocuencia abarca cada centímetro de nuestro reducido espacio- No tientes a tu suerte, Saokver, ahora te debo una bofetada.

-Mimagüi, puedes dejar de actuar, Migdogire puede vernos pero no nos escuchará desde allí.

Mimagüi detiene un momento sus gestos, me mira con la boca entreabierta, dubitativo. -¿Estás seguro de eso?- vuelve con sus sobreactuaciones- Pensé que padre podía escucharlo todo-

-No, Mimagüi. Cuando estudié su esencia vi que sus vibraciones no llegan prácticamente aquí. Y mucho menos lo harán en la segunda dimensión, así que todo eso es relativo a nuestra dimensión original. De hecho sólo nos imaginamos a dónde ha ido La Senda basados en lo sucedido durante la guerra.

Suelta un suspiro aliviado y se saca un pedazo de espejo de la manga. Cambia su mirada relajada por una tremendamente cansada. -Genial, entonces esta es una apuesta a todo o nada ¿Nos vamos de una vez?-

Me cruzo de brazos -Te entiendo, Deudor. Pero cuando lleguemos allí, nos será fácil encontrarle a través de tus habilidades. Ahora salgamos de aquí, hemos perdido más que suficiente tiempo con tonterías.-

Chasquea todos los dedos de una mano y me señala firmemente y empieza a hablar con voz fatigada. -Gran resumen de mi vida.- Aparta el velo de su cara, iluminándome con su ojo e inmediatamente soy transportado a una selva tan frondosa y llena de vida como la del auge de Imatma hace mil años. De hecho... esto es extraño. Miro a mi al rededor y veo una rana azul sumergiéndose en un charco, huyendo de una gran serpiente verdosa que no parece estar muy interesada en su presa. Decenas de coloridos pájaros alzan el vuelo entre las hojas de infinitos árboles, haciéndolas caer delicadamente, despertando a un perezoso que dormitaba tomando el sol en una de las copas.

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Sí, aquí están todas las creaciones de Imatma. Pero... Imatma nunca dejó la dimensión original. ¿Acaso La Senda la ha logrado copiar de algún modo? Imposible, si la hubiese herido o hecho algo extraño con su esencia, lo hubiera apuntado y la tendría en cuarentena. ¿Tal vez simplemente observó el trabajo de Imatma durante suficiente tiempo como para copiarla a la perfección?

Masajeo mis sienes, profundizando en mis pensamientos. No. ¡No puede ser! Aquí tiene alimento de sobras ¡Ha cogido a mi creación sólo para llamar la atención! Espera, espera. Saokver, tranquilízate. Una segunda posibilidad es que lo haya secuestrado para experimentar él mismo, para hacer una creación que de veras nos suponga una amenaza. Tercera opción: Simplemente quería asegurarse de tener comida porque no sabía dónde iba a ser transportado después de usar la esencia de Migdogire. Pero aún me dejo en el tintero la posibilidad más obvia: Ha secuestrado al sujeto sabiendo que tendría las esencias de la mayoría de nosotros. Solo pensarlo me da un escalofrío.

Espera... ¿Cuánto tiempo ha pasado desde el Anillo hasta la Segunda Dimensión? Si mis cálculos son correctos, un segundo allí es aproximadamente una hora en la Segunda Dimensión. Y un segundo en la Dimensión Original es un minuto en el Anillo. Lo que significan unas 1600 horas o algo más de un par de meses que ha tenido La Senda para planificar su ataque. Y eso solo contando desde que recuperé la consciencia.

Lo bueno es que nunca se esperaría que viniese yo, lo que me da el factor sorpresa, lo malo es que lo más probable es que se haya preparado para hacer algo en contra de Lluvia de Acero. Pero eso no importa. No he venido a luchar, sinó a convencerle. Ya acabamos con esta locura una vez de malas maneras y ahora es el momento de hacerlo bien desde el principio, sin víctimas.

-Ughh... -me rasco la cabeza exasperado- tendré que esperar por Mimagüi- será mejor que me quede donde estoy. Ya le será suficientemente difícil calibrar su posición en una dimensión tan monstruosamente gigantesca.

Me siento, recostado en un árbol. Me remango y me muerdo el dedo para apuntar en mi brazo todo lo que he visto y mis predicciones con La Senda.

Maldita sea, no tengo suficiente brazo como para apuntar todas las posibilidades y yo tengo mala memoria a corto plazo para los tecnicismos. Oigo pisadas sobre hierba delante mío. Otra creación de Imatma que campa a sus anchas donde ni siquiera debería existir. El afilado ojo amarillento de una pantera negra me observa tras un árbol. Viendo que la he visto, se atreve a salir y acercarse. Piensa que estoy en una posición de desventaja. Me ruge tanteándome, esperando al momento perfecto para atacar. Yo sólo quedo sentado, mirándola directamente, desafiándola a que me ataque.

Salta a por mí, invoco mis raíces, pero se niegan a aparecer y acabo siendo mordido. Me desgarra el cuello y hace trizas mi pecho con sus sanguinarias garras.

A punto de caer inconsciente, abro mi boca. Una ventisca me alimenta con su esencia. Sus músculos empobrecen, su pelaje cae, su piel se arruga, sus órganos dejan de funcionar, sus huesos se parten. Yo me siento como nuevo, no lo sabía, pero alimentarme de mi sujeto antes me ha despertado una adicción que hace tiempo que no sufro. Ahora noto saciado el hambre que me ha estado invadiendo todo el rato sin que me diera cuenta.

Me levanto dando un salto y estiro un poco las extremidades. Por suerte era un animal con una gran inteligencia, no sé qué habría sido de mí si hubiera tenido que alimentarme de un pájaro o un perezoso.

Pruebo de invocar mis raíces nuevamente, no funciona. Aquí hay mucha menos esencia neutra de la que esperaba, ¿cómo demonios sobrevive tanta fauna y flora en estas condiciones?¿acaso me ha copiado a mí también y les ha implantado a todas ellas unos pulmones funcionales?¿Y aunque así fuera... cómo lo ha hecho con las plantas?

-Uuuugggh... esto tiene cada vez menos sentido.

-¿Algo sin sentido para la Chispa Audaz? Eso es nuevo.

Me doy la vuelta para encontrar a la otra mitad de Lluvia de Acero, falta de toda piel y músculo en su espalda, sus grisáceos huesos relucen al sol, la seda tan pura que cubre su cuerpo está manchada de sangre, la misma que se derrama por su boca, salpicando la parte baja del velo que tapa el lado izquierdo de su cara. Apoyándose en un árbol para no caer y desangrarse ahí mismo, me mira con un cansancio que solo los moribundos conocen.

Me acerco a cargarla en mi hombro tan rápido como puedo. Pesa más de lo que recordaba pero logro llevarla sin problemas.

-Samagui ¿qué demonios...?

-Cállate y llévame a un sitio con comida.

Su voz desfallece un poco más con cada palabra. Siento cómo se sujeta a mí cada vez más.

-Tu inteligencia era la colaborativa ¿verdad?

-Soy Lluvia de Acero, ¿tú que crees...?

Se desmaya. Siento todo su peso muerto tirándome al suelo, pero una vez más resisto y la arrastro, buscando algo que pueda satisfacer su apetito.

-Bueno, me alegra saber que no soy el único que se desmaya a la primera de cambio.

Aunque no sé si es bueno alegrarse de algo así en un momento como éste. Por todo lo que sé, podría haber sido atacada directamente por La Senda. Debería andarme con ojo, ni siquiera puedo usar mis capacidades.

Hay que apresurarse, con todo lo que hay por aquí, raro sería no ver una comunidad de monos o algún hormiguero para Samagui.

Mimagüi aparece saltando de un árbol, intranquilo por no decir más.

-¿Qué cojones ha pasado aquí?

-Luego te lo explico, ahora necesitamos unas hormigas o...

Se saca su arco plegable de la manga junto a una flecha serrada, reacciona instantáneamente a algo que se ha movido en la copa de un árbol. Dispara. Cae el cadáver de un perezoso.

-Saokver... Imatma no ha venido con nosotros por casualidad ¿verdad?

Niego con la cabeza. Él me mira preocupado y va a recuperar su flecha.

-Vale, estamos jodidos.

-No te preocupes, Mimagüi, es improbable que haya sido La Senda, así que démonos prisa y encontremos algo para recuperar a tu hermana.

Continuamos la marcha. Él aprieta el ojo a través de su propio velo, se ilumina vagamente pero nada ocurre.

-¿A Samagui le han volado la espalda, yo no puedo abrir mis ojos fisgones... y crees que es “improbable” que La Senda le haya atacado?

-Sabes perfectamente que si así fuera, sería lo primero de lo que tu hermana me hubiera informado.

-Ah, entonces no estaba inconsciente cuando la encontraste.

-Prácticamente.

-¿Y cuál es tu teoría?

-A ver, con lo echada para adelante que es, estoy casi seguro de que exigió a Migdogire que la transportara directamente, sin hacer su paso por el Anillo.

Sonríe amargamente -Si, de hecho me insistió en no venir conmigo porque quería entrenar hasta el último segundo, pero eso no explica que le falte medio puto cuerpo.

-¿Cómo que no? Ya ha tenido mucha suerte de que la esencia neutra casi no esté presente, el daño causado por la diferencia de velocidad en las vibraciones la hubiera dejado mucho peor. Aunque he de admitir que me sorprende que ella haya pasado por tanta presión cuando yo ni siquiera me he mareado al llegar.

Paro mi marcha anclado por los pies de Samagui -Es lo malo de existir tanto- dice sonriéndome entre borbotones de sangre.

Mimagüi guarda rápidamente su arma bajo la manga y viene desesperado a ayudarla a ponerse en pie. -¿Estás bien?- a ella parece fallarle el equilibrio pero logra centrarse.

-¿Que si estoy bien? -agarra a Mimagüi del hombro- es imposible que ninguno de los dos esté mal cuando trabajamos juntos.

Su voz no suena muy convincente, da la sensación de que caerá en cualquier momento.

.¿Qué te ha ocurrido? Necesitas comer ya, Samagui.

-Cállate, pareces un cachorro cuando te preocupas por nada -aprieta la nariz con un dedo, sorbiendo un chorretón de sangre- y... por favor. La Senda no es una amenaza para mí, ha pasado lo que decía Saokver y nada más que eso... -cae al suelo incapaz de mantenerse despierta, se oyen animales huyendo del estruendo metálico de su contundente cuerpo chocando. Mimagüi inmediatamente aprieta su propio ojo a través del velo, de nuevo sin efecto -¿Qué es esto?¿Porqué tiene que dejar de funcionar ahora, joder?- viendo que está perdiendo los nervios, le explico que es por la falta de esencia neutra y decidimos cargar con Samagui y seguir buscando por comida a pié.

Estamos diez minutos luchando contra la maleza, cuando entre lianas y malas hierbas, aparece un ser prácticamente idéntico a mi sujeto, lleno de pinturas en su piel, vestido con una falda hecha de hojas de palma, sujetando algo parecido a una flauta, pero con un único agujero en la punta. Pronto vemos que va acompañado de otro, también sospechosamente parecido. Ambos quedan tan atónitos de vernos como nosotros de verles a ellos.



Bueno espero que os haya gustado, han sido 3 días más de lo que tendría que haber sido porque mi amigo no ha tenido tiempo para darme el visto bueno, pero en fin, lo he repasado muchas veces, supongo que no hay nada incoherente o realmente mal narrado.

Nos vemos la próxima!! ~ SAW