Me siento solo, de hecho lo estoy. Creo que todos en esta vida estamos solos, como atrapados en este cuerpo, en esta mente.
Y sé que aunque tengáis algo de compañía solo será pasajera.
Todos los días tengo cambios de humor. Todos los días soy un bipolar al que no le importo a nadie.
Respiro todos los días pero esa compañía que diga nada de lo que te rodea importa.
No quiero lastimar a nadie por como soy a nadie. Solo quiero estar solo. Estar triste me hace feliz aveces.
Nada se hace coherente en mi vida, ni mi cerebro ni mi corazón, es como si fueran trasplantes de diferentes personas con horribles personalidades.
Aveces quiero morir, a veces.
Recuerdo todo lo que hecho y lo que tengo, solo pienso que son cosas para llenar el tiempo hasta que muramos.
Así no se es feliz, a veces me pregunto si la felicidad existe o solo es un sueño que perseguimos para ser derrotados en la lucha de la vida de verdad.
Soy un enfermo, así lo dicen los médicos, aunque nunca he ido a uno, pero sí, no soy igual todos los días, pero a nadie le importa, y realmente no me quejo.
Tristeza y felicidad son la misma cosa.