“Si luchamos puede ser que perdamos, pero, si no luchamos, entonces ya perdimos”, palabras de don Raúl González Blanco. Madridismo puro. Para esta nueva “reflexión”, no puedo dejar a un lado a mi amado Real Madrid, sí, ya lo sé, a muchos no les gusta el fútbol, pero, para mí es una pasión que despertó al “guerrero interno”.
Quizás mi pasión por el fútbol –la de un aficionado más–, empezó siendo lo “normal” en países latinoamericanos, “adormecidos por la pelota”. Sin embargo, con el paso de los años y mediante iba madurando, me di cuenta que algo estaba mal en mi vida y comenzaron los cambios, empecé a tomarme los estudios en serio. Eso fue más o menos en 2012, cuando llegué a la Escuela de Periodismo.
Entre 2010 y 2012, podría decirse que perdí el tiempo en la universidad, las cosas no me salían como esperaba, pero, seguí dando guerra. Hoy no me arrepiento de eso, total, me dejó algo para la vida y me permitió conocer a la gente de “mi generaciones”, grandes amigos y gente que aprecio mucho. Sé que a muchos les dará risa lo siguiente, señores me puse las “pilas” en la universidad por Salvador Nasralla, presidente electo de Honduras, a quien Juan Orlando Hernández le robó las elecciones.
Claro, también tiene mucho que ver el apoyo de mis padres, sobre todo de mi papá de aquí y mi papá de allá, ambos se han partido el lomo para lograr esta meta. Retomando, en aquellos años era demasiado irresponsable, aun así soñaba con –y sueño– con viajar a Madrid, para presenciar un encuentro del Real Madrid en su glorioso estadio. En aquellos años las redes sociales empezaban –al menos en mi país– a ser cada vez más comunes, para ver los goles de la jornada, había que esperar programas deportivos, al menos así fue en mi caso.
Lo hice, seguí su consejo y luego de sacar el máximo de las clases de Derecho, creo que siguen siendo unas nueve, me quedé en el limbo, ya tenía todo para estudiar leyes, pero me había enamorado de Periodismo, ya había hecho amigos y vi que era bueno, en cambio, no sabía si me iba a ir igual como abogado. El resto es historia y creo que lo conté en mi post anterior: “La Entrevista más importante de mi vida”.
Aunque no me lo crean, el Real Madrid también tiene algo que ver, esa filosofía de que “el Madridismo no se rinde nunca”, la he aplicado no solo para ver un partido de fútbol y creer en un gol al minuto 90. Es una linda filosofía para la vida y así me he mantenido de hecho una de mis frases favoritas de Stephen King –a quien creo que mencionaré siempre– es: “La esperanza es una cosa buena, quizá la mejor de todas, y las cosas buenas nunca mueren”. Y sobre los golpes que te da la vida, pues Rocky no pudo vencer a la primera a Creed, ¡vos no te cagues!
PD: Mi próximo post será un pequeño "manual de estilo" para redactar noticias en el esquema básico de Periodismo Informativo.