El reloj inexoreblamente
sigue masticando el tiempo…
Yo, con mis manos,
intento detenerlo.
Entre mis dedos destila
como gotas al viento.
Van cayendo mis años,
se van perdiendo mis sueños,
brilla el sol en las gotas…
¡Pero todas siguen cayendo!
Fatuo imitador
de la música de las esferas,
un día romperé tus engranajes:
libertad total en la luz,
sin sobresaltos.
Cumplimiento de todo.
Serenidad sin prisa,
sin finales…