La mayor parte de los seres humanos que habitamos el planeta tierra, cree en la existencia de un ser supremo, todopoderoso y omnipotente, que fue el creador del universo y está siempre al tanto de todo lo que ocurre en todos los confines de su inconmensurable creación. A esta entidad creadora de todo lo existente, se le han dado multitud de nombres diferentes durante el transcurrir de la historia humana, entre los más destacados hoy en día se encuentran Jehovah o Yahveh y Allah, pero la forma como normalmente nos referimos a este creador, es con el termino Dios. También algunas creencias afirman la existencia de varios Dioses con diferentes atribuciones cada uno de ellos
Las personas han creado distintas organizaciones en torno a estos Dioses, a las que conocemos como religiones, actualmente existen muchas, pero las principales a nivel mundial son el cristianismo en primer lugar con más de un 30% de la población, que a su vez se divide en una multitud de creencias similares entre sí (Católicos, Evangélicos, Testigos de Jehovah, Adventistas, Mormones…), en segundo lugar el Islamismo o Islam, que cuenta con más del 20% de la humanidad, en tercer lugar el Hinduismo, que es una creencia politeísta, es decir que apoya a existencia de varios Dioses, con un 15% de las personas que la profesan, el cuarto lugar le corresponde al Budismo con un 7%, aunque en esta religión no se cree en ningún Dios y por último con apenas un 0,2% el Judaísmo, que aun cuando no posee una cantidad de seguidores muy amplia, si cuenta con importante relevancia mundial. Otros pequeños porcentajes de los habitantes de este mundo, perteneces o no a un gran número de otras pequeñas religiones.
En mi país, Venezuela, abecés hace falta recordarle a las personas, que existen creencias distintas al cristianismo, pues cuando se habla de religiones muchos creen que se hace referencia casi que exclusivamente a las diferentes ramas del cristianismo, pero olvidan y hasta desconocen, las otros que he mencionado antes. El caso es que la mayor parte de los individuos de nuestra sociedad, presentan algún tipo de creencia en la que se encuentra presente bien sea uno o varios Dioses, sin embargo, nadie lo ha visto nunca, aun cuando muchos suelen afirmar que hablan con Dios o que han presenciado manifestaciones de esta deidad. Lo cierto, es que no existe una prueba contundente e inequívoca de su existencia, más allá de sucesos extraños a los que las personas conocen como milagros.
La creencia en Dios y en las religiones se basa en la fe, que consiste en confiar en algo que no se puede ver ni probar, no se persigue el razonamiento lógico, sino más bien el respeto incondicional a una doctrina establecida e invariable, en contra posición a la ciencia, que consiste en la formulación de hipótesis y teorías que deben ser comprobadas para que puedan considerarse leyes, aun cuando inclusos esas leyes no son inobjetables y pudieran ser abolidas si se comprobase su ineficiencia. Esto puede resultar incómodo para algunos religiosos, pues se niegan a aceptar que la fe no requiere de pruebas, sino de creencia ciega, de hecho, ahora la iglesia católica y también algunas otras, destinan a científicos creyentes, con la tarea de conciliar a la religión con la ciencia, tratando de demostrar la existencia de un Dios bajo los términos de sus respectivas doctrinas.
En países latinoamericanos y seguramente también casi todo el mundo, desde que los niños comienzan a tener conocimiento de este tipo de cosas, sus madres y demás familiares, comienzan a inculcarles estas creencias en la existencia de Dios y el respeto sin objeción a sus supuestas normas de comportamiento, de modo que todos o casi todos, crecemos con esa idea impresa en nuestra mente, tanto que incluso llegamos a tener mucho miedo tan solo de dudar al respecto, un solo pensamiento acerca de la posible inexistencia de Dios, podría ser interpretado por este ser omnipresente como un irrespeto, un pecado o un bajo nivel de fe y por tanto eso podría ser causa suficiente para que él nos coloque algún tipo de prueba o que nos suelte de la mano en nuestra andanza temporal por este mundo corrompido en el que transitamos, estando rodeados de peligros y tentaciones.
Todo ello es causa de la dificultad que debe afrontar una persona cuando se decide a razonar en torno a estos temas y termina dejando de creer en todo lo que se nos inculca desde nuestros primeros años de vida, es complicado dejar de pensar que caminamos de la mano de un ser supremo, que puede lograr cualquier cosas por increíble que pueda ser y que está allí siempre dispuesto a ayudarnos cundo nos ocurren cosas malas, pues de ese momento en adelante, cuando tengamos dificultades, no tendremos a ese amigo imaginario a quien acudir, ya solo podremos contar con las acciones que nosotros mismos podamos realizar, ya no habrá esperanza de solucionar cosas que solo un milagro divino podría solucionar, todo esto es bastante difícil de afrontar, creo que esta dificultad es en gran parte la causante del alto porcentaje de creyente que existen, aun cuando los avances de la ciencia son tan notables. Resulta mucho más fácil tener fe, creer que todo lo malo pasa porque algo bueno nos espera y que si cumplimos con las leyes de Dios seremos bendecidos.
Esa necesidad de sentirnos seguros, de tener alguien a quien invocar para que nos respalde ante cualquier adversidad, que incluso es capaz de extender nuestras vidas y las de nuestros seres queridos más allá de la muerte, son probablemente las razones que nos llevaron, en algún momento de nuestra historia, a crear un Dios a imagen y semejanza de nuestros deseos más insatisfechos hasta aquel momento. De allí en adelante tendríamos respuestas para las preguntas que más nos interesaba contestar, ¿Cuál es nuestro origen?, ¿Como debemos orientar nuestra vida? y ¿Que ocurre cuando morimos? No obstante, siguen sin respuesta muchas otras preguntas que las personas prefieren obviar, entre ellas una que me párese muy interesante, ¿Si Dios creo todo lo que existe, quien lo creo a él? Para evitarse pensar en esto, la mayor parte de las personas prefieren encerrarse en sus creencias y todo lo que se escape a su conocimiento, simplemente es porque Dios no tiene el deseo de revelarlo a nosotros, por lo que no debemos indagar más en ello.
Es por eso que las creencias religiosas, me parecen tan contrarias al desarrollo intelectual del ser humano, pues reducen y en algunos casos suprimen casi totalmente, la naturaleza analítica y critica del individuo. Estas doctrinas cercenan la capacidad de razonamiento lógico de sus seguidores y los convierten en zombis mentales que creen tener la razón en su poder. Estos religiosos suelen criticar y hasta burlarse de creencias extrañas a las suyas, quizá la de alguna cultura indígena o de alguna nación lejana, creyéndose dueños de la verdad absoluta.
Como ejemplo de lo anterior, puedo mencionar a un compañero de clases que tuve en la universidad, él era evangélico y cuando estudiábamos sobre la civilización Maya, ridiculizaba las creencias de estos pueblos, pero no se daba cuenta que él creía en una historia en la que se afirma, que un hombre fue creado a partir del barro y luego se le extrajo una costilla para crear con ella a una mujer, lo cual es igualmente irracional e incoherente, teniendo como único basamento a un libro sagrado que está plagado de relatos similares y que supuestamente es inspiración de Dios.
En contraste a todo lo anteriormente expuesto, existen posturas filosóficas que se plantean puntos de vista y perspectivas distintas a las que nos ofrecen las religiones, al menos diferentes a las tres principales doctrinas monoteístas, en las que el concepto de Dios se refiere a un personaje de barbas largas y vestido con una bata blanca, que está pendiente de todo lo que hacemos, puede incluso escuchar los pensamientos de todos los seres vivientes, que supuestamente nunca se equivoca (lo cual es discutible con base en sus propios libros sagrados), que es sumamente ególatra, dado que pretende que la humanidad constantemente lo alabe y glorifique y que tiene un rival malvado contra el que parece estar luchando una especie de batalla o librando juego de ajedrez
La postura contrapuesta a las creencias religiosas que más fácilmente reconocen las personas, es la que se conoce como Ateísmo, la cual contempla la negación total y absoluta de la posible existencia de uno o varios Dioses, por considerarlo como una idea ilógica, descabellada y ridícula. En esta forma de percibir la realidad, se asume a la falta de pruebas contundentes que validen la existencia de un ser supremo y omnipotente, prácticamente como prueba de su inexistencia, lo cual filosóficamente es una falacia, pues el hecho de no existir pruebas de la existencia de algo, no implica per se, que eso definitivamente no exista. Es por esto que personalmente no me considero ateo.
Ateísmo
Actualmente, una buena cantidad de jóvenes, han asumido posturas ateas, sin que estas se fundamenten en un razonamiento propio, sino que solo lo hacen como una forma de revelarse a la sociedad, estando en contra de lo que creen las mayorías, pero no poseen la madurez y la conciencia necesarias, como para que realmente y más allá de los ataques que realizan contra las personas creyentes, tengan los conocimientos suficientes para fundamentar su posiciones y afirmaciones.
Deísmo
Esta es una doctrina que se acerca mucho más a la forma, que en lo particular, tengo de ver el mundo, si bien en este caso es aceptada la existencia de un Dios o una deidad creadora del universo, esta se entiende de una forma muy distinta y mucho más abstracta, que como la entienden los creyentes teístas. En primer lugar, no se le considera como un ser antropomórfico, es decir con apariencia human y ni siquiera con los elementos de moralidad y sentimientos al estilo humano que se le atribuyen al Dios bíblico, sino más bien como un Dios cósmico o natural, que tan solo dio origen a la formación del universo, pero que posteriormente, no ejerce ningún tipo de interacción o control sobre la humanidad.
En segundo lugar, el Deísmo basa todos sus argumentos en conocimientos científicos tangibles o experimentación personal. Incluso algunas personas deístas, pueden pertenecer a religiones como el budismo sin entrar en conflicto con estas doctrinas, pues al esta religión no poseer un Dios, pueden hacer engranar a ambas ideologías.
Panteísmo
Otra concepción del mundo que me parece muy interesante, es el Panteísmo, cuya filosofía concibe a todos los elementos que forman parte del universo y la naturaleza en su conjunto, como la deidad a la que las religiones llaman Dios, es decir que todo lo que existe es parte de Dios, es como si entendiéramos a Dios como un cuerpo de dimensiones inimaginables y nosotros fuésemos algo semejante a un átomo dentro de una célula de ese cuerpo. El cuerpo al que se refiere este símil es al universo.
También se conocen otras posturas que están muy relacionadas al Panteísmo, como el Pandeísmo que podría considerarse como una mixtura entre ambos, pues considera que la deidad creadora del universo, es decir Dios, al crear al universo se fundió en él y paso a ser intrascendente como entidad individual por sí mismo. La otra es el Panenteísmo que considera que el universo es parte de Dios, pero que Dios es mucho más que el universo.
Agnosticismo
Finalmente la concepción filosófica en la cual yo personalmente me adhiero, es el Agnosticismo, pues esta asume que no es posible comprobar, al menos hasta el momento actual, la inexistencia de Dios, del mismo modo que no es posible probar su existencia, de modo que una persona que se considera agnóstica, no se niega rotundamente a ninguna de las dos posibilidades, aun cuando por razones obvias, se inclina hacia la idea de la no existencia de un ser supremo o a la existencia de un Dios que se enmarque dentro de las características del Deísmo. Difícilmente un Agnóstico se inclinará hacia las creencias religiosas, sin embargo, existen variantes dentro del Agnosticismo, entre las cuales pueden encontrarse diferentes grados de rechazo o afinidad con la creencia en un Dios con características teístas.
Es un post bastante completo, que me enseñó mucho. Sabía dos de las cuatro doctrinas no-teístas. Y es como tu dices, cuando uno nace, enseguida te bautizan, te hacen pedir la bendición a padres, tíos, abuelos y personas que consideren importantes, te hacen ir a la iglesia y te realizan una especie de adoctrinamiento, que al llegar a tener una edad con una capacidad de crítica y auto-crítica, no lo haces con eso porque ya es algo que consideras natural.
En mi caso, que soy un fuerte crítico de la existencia de Dios y de las religiones en general, considero estos actos (los cuales hago, por todo lo que acabo de explicar) como una costumbre y es para mí ya un saludo formal entre familiares.
En general, me gustó mucho el post. Bastante completo.
Gracias por tu comentario amigo. También yo le pido la bendición a mis familiares e incluso digo expresiones como "Gracias a Dios" o "Hay Dios mio", pero no lo hago por su significado literal o espiritual, sino más bien por el mensaje que transmiten en determinado contexto, no porque realmente crea en un Dios del tipo religioso. Saludos.