A parte de que ambas cosas cambian, se sabe que nuestra memoria trabaja de forma distinta a las maquinas.
Según algunos estudios, cada vez que recordamos algo pasado, se modifican esos recuerdos por lo que nuestra percepción del entorno cuando volvemos, puede estar alterada.
Las personas también cambiamos según las vivencias y experiencias, pero como no hay forma de medirlo simplemente lo negamos. Muy diferente que el crecimiento de los niños, basta una linea en la pared y una marca cada mes para medir cuanto han crecido.
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Claro! y pasa con personas y lugares, llega un momento que recuerdas algo tantas veces, y sin verlo, que lo idealizas y cuando por fin llega el reencuentro no es nada de lo que tu recordabas( o idealizabas)
Y si como dices, el cambio es tan lento pero constante que a veces no lo percibimos y creemos que no existe! buen aporte, saludos!
Ahorita me hizo traer a la mente una película, llamada La Historia Sin Fin trataba sobre un libro que cada vez que se leía era diferente, la película es re-vieja la vi de niño así que sí, soy algo viejo también. ¡Saludos!
Esa película me encantó! Y no estoy de acuerdo con lo "algo viejo".
Sí. Es una película vieja; pero su tema es eterno: la vida.