"Hasta que tengamos un conocimiento más preciso de la electrónica del cerebro, las drogas seguirán siendo una herramienta esencial del interrogador en su ataque a la identidad del sujeto."
William Burroughs
Desde pequeño recuerdo tener una atracción y una fascinación muy particular por las "sustancias prohibidas", o lo que por lo menos para mi en ese entonces eran mis nuevas drogas, tampoco era un adicto o un niño perdido, solamente me intrigaba mucho y me llamaba la atención todo lo que eran pastillas, bebidas o plantas que pudieran causar un efecto en mi cabeza, y por mas que no fue así desde el comienzo debo decir que seguramente esta fue mi pequeña puerta al mundo psicodélico.
A los seis años una de mis mayores aventuras era robar los blisters de aspirinas del cajón de la mesa de luz de mi madre para llevármelos debajo de mi escritorio a comer una tras otra. Honestamente no recuerdo tener algún tipo de cambio en mi estado anímico, pero la parte psicológica hacia efecto y el simple hecho de estar consumiendo esas pastillas me hacia sentir un diminuto yonky.
Mas adelante empece a experimentar con los jarabes, mi favorito era el de la garganta, un liquido espeso dulce y con sabor a banana que daba ganas de comprarlo envasado de a litro, un poco como las aspirinas este brebaje tampoco tenia cambios notorios en mis funciones pero mantenía el efecto prohibido que lo hacia especial. Acostumbraba tomar uno muy similar para la tos pero sabor frutilla, ya era bastante mas amargo y con un retro gusto muy particular, y aunque no era el mejor lograba su cometido.
Con el correr de los años fuí perdiendo este habito y hoy no es mas que una divertida anécdota, a pesar de mi corta edad tenía muy en claro que pastis no debía tocar. Con diez años mi adicción pasó a ser un poco mas natural, y teníamos la costumbre de juntarnos en la casa de uno de mis amigos a comer madreselva, o Lonicera japonica que es una flor que contiene un nectar dulce y con una textura oleosa, similar a un almíbar ligero. Esto si que era un nectar de los dioses, pasábamos horas arrasando una planta gigante y chupando estas flores increíbles, sumado a la aventura de estar comiendo una planta en el medio de un bosque. Otro habito que nació mas o menos a esa edad pero que duró unas pocas semanas debido al repugnante sabor que tenia fueron las puntas de helechos, habíamos leído en un articulo de un semanario local que los tallos de los helechos secos se podían fumar, y que básicamente lo único que hacíamos era quemarlo para poder tirar el humo por la boca. La sensación de mare y dolor de cabeza era instantánea, pero disfrutábamos de tirar unas bocanadas antes de largarnos a toser. Como dije por suerte este habito duro unos cuantos días y decidimos mantenernos un poco mas sanos en cuanto a lo que consumimos.
Tiempo después volvía a caer en los comprimidos, y los "Redoxón" eran una bomba de tiempo, una pastilla cítrica de buen tamaño que se consumía como efervescente y nos brindaba cierta cantidad de vitaminas para sentirse mas pleno y saludable.
Eran deliciosas, la efervescencia explotando en la boca y un sabor cítrico profundo que por momentos su acidez nos raspaba debajo de la lengua. Así y todo era muy adictivo, no solo robába de mis padres sino que ahorraba dinero y me compraba los tubos de diez, en ese entonces no era muy barato pero era de venta libre.
Por suerte todo esto fue una etapa de mi niñez y adolescencia que hoy recuerdo con mucha nostalgia y sentimiento de picardía.Y mas allá de haberme transformado en una persona que tiene ideales muy encontrar del sistema farmacológico y el consumo de fármacos, toda esta historia sigue siendo uno de mis vivencias favoritas, y como se puede apreciar en una simple experiencia el problema de adicción radica en uno y va mas allá de la sustancia en si, y el simple de hecho de ser taboo puede llegar a desenvolver una ola de marketing que en cierta forma incite a la tentación y subestime al consumidor al punto de hacer de este casi que un placebo prescrito.
Todos hemos tenido nuestra adicción secreta a algo, y el que se sienta libre de pecado que arroje la primer pastilla.
Créditos:
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Photo 2 by Jenelle Ball on www.unsplash.com
Photo 3 by http://www.florespedia.com
Photo 4 by http://www.farmavazquez.com
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esa redoxon son riquísimas
de las mejores adicciones.
Vaya... creo que comparto un punto contigo : "el problema de adicción radica en uno y va más allá de la sustancia en si ".
Por mí se puede drogar medio mundo pero sin que eso perjudique a los demás. Sinembargo muchas de las personas no se saben controlar y hacen estupideces bajo el efecto de las drogas esto incluye alcohol, pastillas etc... Yo repudio a esas personas. Salu2
genial tu post
genial tu post
hola @fivefiveeleven buenos dias!! muy interesante blog, es cierto que el tema de la adiccion, que no solo vienen en pastilla y aun mas peligrosas, como lo son el cafe y el chocolate jejeje... que me condenen, pero jamas los dejare... feliz inicio de semana, te sigo..
Muchas gracias por tus palabras, la verdad que me siento igual de identificado con el cafe y el chocolate jaja, justo hace poco hice un post "Mi vida y el cafe", estas adicciones son buenas para el alma. Saludos y buena semana por ahi también.
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