Recogida de las últimas almendras.
El trabajo de campo es siempre sacrificado en mi caso es pura diversión pues no es mi trabajo del que tenga que sacar el sueldo, eso sí suele darte múltiples satisfacciones al recoger sus frutos por pocos que sean.
Hoy hablare un poquito de ese árbol: el almendro, del que sus frutos tienen muchas aplicaciones.
Un almendro con su forma más extendida en copa, con pocas hojas que nos anuncian la llegada del otoño.
Otro almendro de la variedad largeta con una poda en forma de sombrilla o llorona, también apreciamos la caída de la hoja.
Sus frutos se recubren de un “traje” verde que cuando llega su punto de maduración se empiezan a abrir y se secan dejando ver la almendra.
Las almendras después de quitarles la cascara tienen muchos usos en repostería, en cocina y así crudas o tostadas riquísimas, como sería el turrón y otras laminerías navideñas sin ellas, no nos olvidemos las almendras garrapiñadas típicas en algunas zonas.
Y para finalizar os dejo dos fotos de una enfermedad producida por unos hongos en sus raíces la roya, que deja el árbol con un aspecto feo y al que hay que tratar con un producto fungicida en que se detecte la enfermedad en sus hojas.
Muy interesante.
Que pinta más buena han sacado esas últimas almendras.