Acercándome a mi Amigo

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En el post anterior les comentaba de la necesidad de conocer a nuestro Padre Celestial porque más allá de muchas cosas El es nuestro creador, proveedor, sanador, quien nos guía y espera lo mejor de nosotros. Cuando nadie cree en nosotros Él siempre va a estar allí diciéndonos que si se puede. Nuestro Padre muchas características buenas que si decidimos conocerlas y experimentarlas traerá grandes cambios a nuestras vidas pero más allá de eso no se conformó sino que nos dio un hermano, un amigo y de El quiero hablar en este post.

Al momento de la creación Dios colocó a Adán y a Eva en el huerto del Edén dándoles autoridad para gobernar sobre la tierra (Génesis 1:26-28) pero al ser seducidos por el enemigo desobedecieron a Dios y en ese momento la humanidad paso de ser rey de la tierra para ser esclavo del enemigo. Después de estos acontecimientos ocurrieron muchos hechos de Dios guiando a diferentes personajes bíblicos para hacer grandes obras que hoy en día aún se mencionan pero Dios decide tomar una decisión que cambiaría nuestras vidas para siempre. Jesús decide venir a la tierra a rescatar a la humanidad y liberarla de la esclavitud.

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El enemigo sabía que si Jesús venía a la tierra iba a querer salvar a la humanidad por lo que trata de impedirlo a toda costa hasta el punto matar a Jesús pero ni aun la muerte pudo con el plan de Dios y Jesús vuelve a restaurar nuestra relación con el Padre.

No obstante con todo lo que Jesús hizo por nosotros El decide hacer más y les menciona a sus discípulos que ahora son sus amigos. Jesús vino a morir por nosotros y más allá de eso a tener amistad con su pueblo amado. Sabiendo esto es bueno entender el concepto de amistad, de lo que es un amigo.

15 Ya no los llamo esclavos, porque el amo no confía sus asuntos a los esclavos. Ustedes ahora son mis amigos, porque les he contado todo lo que el Padre me dijo. 16 Ustedes no me eligieron a mí, yo los elegí a ustedes. Les encargué que vayan y produzcan frutos duraderos, así el Padre les dará todo lo que pidan en mi nombre. (Juan 15:13-16)

Un amigo es una persona con quien se mantiene una amistad. Una amistad es una relación afectiva entre dos personas, construida sobre la base de la reciprocidad (correspondencia mutua) y el trato asiduo (frecuente, permanente). La palabra Amistad viene del latín amicus (amigo), que a su vez viene de amar y que significa confidente, favorito de un rey. Por otro lado, se dice que viene del latín amicitas, que significa buenas relaciones, afecto personal y desinteresado. Con este concepto en mente podemos ver que lo que Jesús desea con nosotros en tener una relación cercana, desinteresada, continua y afectiva con su pueblo.

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Dios en su maravilloso plan para nosotros ve la necesidad de tener un verdadero amigo, alguien en el que podamos confiar ciegamente, que nos dirá la verdad, que demuestre su amor porque como dice en el versículo 13 “no hay mayor amor que el que da la vida por su amigo”.

Sea cual sea la adversidad que estemos enfrentando (financiera, familiar, salud, emocional, etc.) Dios ha prevenido esto y nos ha enviado a un amigo para salvarnos y que para que, a través de su sacrificio en la cruz, podamos vencer por encima de cualquier problema porque debemos recordar que el nombre de nuestro amigo “Jesús” está por encima de cualquier otro nombre (miseria, enfermedad, división familiar, depresión, etc.).

Jesús es maravilloso y lo que ha hecho no tiene comparación y desea tener esa trato cercano, afectivo y desinteresado, volver a la relación que tenía con Adán y Eva pero hay algo que Él nunca va a hacer y es ir en contra de nuestra voluntad, por tal razón, por encima de que Él nos haya escogido a nosotros y no al contrario (versículo 16) la decisión de recibirlo es nuestra pero si decidimos recibir su amistad solo debemos hacer una cosa: debemos hacer su voluntad (versículo 14).

El problema está en que muchas veces permitimos que nuestro orgullo supere nuestra necesidad de recibir ayuda. En ocasiones estamos hasta el tope de problemas pero por no querer sujetarnos y hacer las cosas por nuestra propia cuenta seguimos atrapado en los problemas y no vemos la salida pero Jesús siempre estará allí esperando que hagas su voluntad porque eso hacen los verdaderos amigos, te acompaña y te muestra un mejor camino hasta que salgas del pozo y después solo seguirá contigo.

Jesús ya dio el primer paso y nos escogió como amigo el siguiente paso depende de ti. Si decides aceptarlo como tu Salvador y Amigo repite esta pequeña oración de corazón y tu vida será transformada para siempre: Señor en esta hora confieso que soy un pecador y que ese pecado me separa de ti, confieso que tú eres el Señor y Salvador de mi vida. Te pido perdón por todos mis pecados. Inscribe mi nombre en el libro de la vida y acuérdate de mí cuando vengas por tu pueblo. De ahora en adelante te recibo como mi amigo y hare tu voluntad ahora y por siempre en el nombre de Jesús amén!!