Una pasión digna de orgullo.
Sin entrar en fetiches extremos.
Ni ahogarse en un odio sin sentido.
Sino que en mi feminidad está mi sabiduría.
Y me lleno de virtudes, aquellas que enaltecen el corazón.
Una pasión digna de orgullo.
Sin entrar en fetiches extremos.
Ni ahogarse en un odio sin sentido.
Sino que en mi feminidad está mi sabiduría.
Y me lleno de virtudes, aquellas que enaltecen el corazón.
Que palabras tan claras, que vivan las mujeres y la libertad del feminismo.