A veces en mis noches de insomnio y en mis días oscuros, me vienen pequeñas historias que escribo tal y como salen. En ésta ocasión, en forma de cuento muy breve. Espero que os guste
Había una vez un girasol al que todos los demás girasoles dejaban de lado. Pensaban que era triste y oscuro, porque nunca levantaba la cabeza ni sonreía al ver el Sol.
Pero una noche de insomnio, los demás girasoles descubrieron el motivo: el girasol no estaba triste ni cabizbajo. Sólo estaba enamorado de la Luna.
Fotos de:
www.floresamatxo.blogspot.com.es/2010/06/los-girasoles.
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