Soy plenamente consciente de que todos tenemos el poder de moldear y seleccionar la realidad en la que vivimos. Sin embargo, mi elección consciente de nadar contra la corriente está lejos de ser una decisión mal informada—es un sacrificio calculado. Mientras podría vivir cómodamente en la 'Matrix' convencional de la sociedad, adherido a las normas aceptadas, opto por un camino menos transitado.
¿Por qué? Porque en el gran esquema de la impermanencia de la vida, donde las ganancias materiales se disuelven en la nada, la oportunidad de rescatar un alma perdida se vuelve invaluable. Pongo en riesgo deliberadamente mi posición social, mi reputación, con el propósito superior de salvar aunque sea un solo espíritu errante.
Esto no es solo un estilo de vida; es una vocación. Al igual que aquellos que se comprometen con vidas de servicio podrían fácilmente saborear margaritas en la playa pero eligen una existencia con un impacto más significativo, selecciono una realidad llena de desafíos y marcada por el potencial de un cambio verdadero.
Sin embargo, es esencial reconocer que esto es una instantánea de mis creencias actuales, sujetas a cambiar a medida que evoluciono. Más importante aún, lo que digo no debe tomarse como una verdad absoluta, sino más bien como mi interpretación personal de una realidad que es, en última instancia, una construcción humana. En este paisaje en constante cambio y fabricado, la única constante es la elección de buscar un propósito que resuene profundamente dentro de mí."