¿Es posible despertar un día y encontrar que aquello que conocías ha desparecido como por arte de magia? Sí, sí lo es.
Papá no estaba cerca… Miré a mí alrededor y solo veía a Dylan y Ana dormir tranquilamente. Sabía que aún no estaban al tanto de la situación. Sí, nos había abandonado, pero, extrañamente dentro de mí, no había terror o pánico, solo sentía dolor y molestia.
Me acerco a mi hermano mayor, en voz baja le hago saber lo que sucede, “Dylan, papá no está, se ha ido. Creo que nos ha dejado… Y no creo que vuelva”. Observé como los ojos de Dylan se abrieron de par en par, llenos de miedo. Dylan es nuestro hermano mayor pero, su edad es mucho más que lo que demuestra en su comportamiento, él siempre ha evitado hacerle frente a situaciones como estas. Su brusca reacción hace que Ana despierte; ¿Ahora cómo le explicaría a Ana lo que sucedía? Una pequeña de 5 años no merece despertar un día y saber que está sola en el mundo, tampoco lo merece un niño de 10 años y mucho menos una niña como yo, de 7 años.
En momentos como ese es cuando más deseaba tener a mamá cerca, pero ella había muerto hace mucho. Era doloroso el proceso de asimilar que ya no existía nadie más que cuidara de nosotros.
“Paula… Por favor dime que tenemos un plan.” Escucho la voz temblorosa de Dylan dirigirse hacia a mí. “Hmm, no Dylan. Aún no hay un plan” vacilé por unos segundos antes de seguir hablando, “O sí lo hay.” Se me había ocurrido la idea más loca de todas pero estoy segura de que era nuestra mejor solución.
Me levanto frente a ellos para comunicarles mi decisión, una que cambiaría nuestra vida, para siempre.
“Hay que separarnos.” Digo con decisión. La mirada de Dylan fue penetrante, sabía que estaba aterrado, Ana solo dejaba salir lágrimas de sus ojos, me dolía ver a mi pequeña hermana sufrir. Continuo hablando “Hay que separarnos… Pero no olvidemos quienes somos. Nuestro apellido, Nádales, recuérdenlo siempre sin importan donde estén. Ana, ya decidí donde estarás, te quedarás en el convento de monjas que está en el pueblo. Dylan, tu y yo debemos buscar caminos separados.”
“Paula, no quiero separarme. Quizás en el convento nos reciban a los tres.” Comentó Dylan con esperanza de que aceptara su plan. “No, no quiero estar allí. Si quieres ir con Ana, está bien, es tu decisión pero no me uniré.”
Nos acercamos lentamente para abrazarnos y despedirnos. No lloré, aunque algo dentro de mí se rompió, no me permití llorar. No quería que nuestro último recuerdo juntos estuviese lleno de lágrimas.
Respiré profundo, me llené de valor y comencé a caminar hasta llegar a la carretera principal del pueblo. Caminé bajo el ardiente sol por una hora completa, en este lugar pocas veces el sol implacable desaparecía durante el día. Llegué hasta un viejo restaurant de carretera, de aquellos en que viejos camioneros y algunos turistas suelen visitar para un pequeño descanso de la carretera y del calor infernal.
Mientras me acerco a la barra de atención, en seguida un viejo señor aparece de la nada, vociferando “¡No quiero pequeñas ratas ladronas en mi negocio! Te recomiendo salir de aquí si no quieres llevarte un buen castigo de mi parte, niña.” Cubrí mi rostro por miedo a que pudiese lastimarme, y en mi cabeza se reprodujo nuevamente la imagen de despedida con mis hermanos, y supe que debía armarme de valor para hablar con el viejo dueño del restaurant, necesitaba conseguir trabajo y ganar algo para siquiera sobrevivir, no tenía más opciones.
Me planté derecha frente a él, mientras parte de la barra cubría un poco mi rostro, “Señor, disculpe si le causo la impresión de ser una niña deshonesta pero le aseguro que soy todo lo contrario.” Aclaré mi garganta y continúe “Estoy sola, mis padres ya no se harán cargo de mí, y necesito trabajar. Prometo que puedo hacer cualquier cosa que necesite.” Me miró, con desconfianza, escaneando mi actitud y analizando cada una de mis palabras, hasta que finalmente respondió “Creo que hay algo por hacer, pero no quiero lagrimas ni quejas, y esto lo quiero dejar en claro, no tolerare berrinches. Comencemos por saber nuestros nombres, soy David.” Respiré profundo y dije con voz tranquila “Mi nombre es Paula, tengo 7 años.”
Mi primer trabajo, mi primera tarea… Parecía algo muy simple pero estaba segura de que me llevaría tiempo así que decidí no esperar más para comenzar. Debía buscar madera en la montaña, ¿Cómo lo haría? Con ayuda de un burro. Una niña de 7 años buscando madera en la montaña. Eso era mejor que nada.
El camino era bastante fuerte, y no veía madera que sirviera para encender un fogón, y sabía que debía escoger muy bien, de esto dependería que obtuviese un trabajo fijo, así que seguí mi camino con mi nuevo compañero. En nuestra travesía, debimos atravesar un extenso río, que no tenía mucha fuerza así que fue pan comido.
Encontré el lugar perfecto para recoger madera, así que me concentre en tomar los mejores trozos, hasta que un peculiar olor llego a mí, un olor conocido pero aun así no muy común en mi pueblo, o al menos, no lo era para mí hasta ese día. Era el petricor, ese olor tan característico que aparece después de una pequeña llovizna pero, ¿Cómo era posible? No estaba lloviendo cerca de mí. Entonces recordé… “Estoy en la montaña, el clima es un poco más húmedo.” Dije para mis adentros. Miré hacia el cielo, una pequeña nube oscura cubría la luz, así que reaccioné y dije en voz alta “¡Rayos! Tengo que salir de aquí, el río va a crecer.” Subí desesperada en el burro que me acompañaba, debía salir rápido de ese lugar.
Llegamos a la orilla del río, sentía que al animal le tomaba mucho tiempo caminar, pero no tenía más opciones, debía animarlo. De pronto en medio del río el burro se detiene, no entendía que sucedía, el animal simplemente no quería seguir avanzando y mis nervios comenzaron a llenar cada centímetro de mi cuerpo. Sentí una vibración proveniente del río… Un sonido tétrico llegó a mis oídos, el estruendo del agua bajando con fuerza desde lo más alto del río. Finalmente la adrenalina hizo efecto en mí, y reaccioné dando un gran y fuerte pellizco al burro, quien avanzó de manera brusca y muy exaltada pero que nos llevó a cruzar el río en tan solo segundos, pero… Sentí que volaba, ¿Por qué? Lo último que logré ver fue el burro salir corriendo dejándome tirada en el suelo, y el agua tomando su cauce con fuerza y furia; luego fue todo negro.
Desperté en el frío y húmedo pasto, con un vestido precioso, mi cabello completamente arreglado, no había rastro alguno de que estuve en una montaña realizando algún tipo de trabajo. Caminé hasta un gran árbol y observé a una dama hermosa, con un largo vestido, me sonreía con calidez, era muy parecida a mamá…
Se arrodilló, plantó un sublime beso en mi frente y susurró “Todo estará bien, la vida se trata de esto, luchar hasta lograr lo que más deseas. Pronto lo entenderás, ahora despierta.” Sentí paz en mí, una luz cegadora apareció, inefable, era la palabra para describir ese momento. Momentos inefables, que nunca olvidaré.
Al desaparecer la luz, aparecí nuevamente tendida en la tierra, cerca del río, ya calmado. El burro estaba cerca, no había huido; me levanté y caminé hasta donde se encontraba, aún estaba la madera sobre el pero, ¿Cómo? ¿Cómo logramos pasar al otro lado? ¿Cómo el río se había calmado tan rápidamente? Como mencione anteriormente… Algunas cosas no tienen explicación, son simplemente inefables. Entendí que no estaba sola y que la vida sería una aventura a partir de ese momento, a mi corta edad lo sabía, lo entendía; era una lucha a la que me negaba darme por vencida y no lo hice, nunca lo hice.
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Todas la fotografías presentadas en el post me pertenecen. Fueron tomadas con una cámara Nikon D5100.
Tienes una manera muy bonita de escribir y redactar, te felicito, espero ganes.
¡Muchas gracias! Saludos.
¡Guao! ¡Guao! Muy muy bien logrado, todo el sentimiento que expresas y logras transmitir. Me has dejado enganchao'.
¡Muchas gracias! Me alegra que te haya gustado.
Tremenda Historia. Ha nacido una gran Escritora, Felicitaciones.
¡Gracias! Saludos♥
Amiga encantada con tu post, mis más sinceras felicitaciones, se ve que te esforzaste en tu propuesta, saludos♥
¡Muchas gracias, mi bella! Saludos♥
Felicitaciones gellyarenas; magnifica historia, la cual nos permite imaginarnos y ubicarnos de manera precisa, en los escenarios que recrea tu obra. Posees tremendas habilidades para escribir y comunicar. Saludos.
¡Gracias por tus alentadoras palabras! Saludos♥
Excelente la direccionalidad que le diste a la historia. Un excentrico uso de los personajes, la relación afable y oportuna de las terceras personas (Dylan, Ana, David, el hombre del restaurante, el rol del burro) con respecto a la primera persona singular (Paula); la trama triste del abandono del padre y la aparición inesperada pero oportuna de la madre fallecida. El fraseo: muy bien elaborado y orientado; no encontré incoherencia de principio a fin. Algunos minúsculos detalles gramaticales que se deben revisar previo a cada publicación pero me ha gustado.
¡Muchas gracias por tu comentario agradable y constructivo! Me alegra que te haya gustado. Escribir esta historia fue realmente emocionante para mi, y saber que a muchos les gustó es una gran satisfacción. Para la próxima estaré mas atenta a esos pequeños errores gramaticales.
Muy bueno, felicitaciones
¡Gracias!
¡Muy buen relato! Te felicito por la hermosa manera en que redactas y el esfuerzo que pusiste en las fotografías.
¡Gracias, gracias!♥
Un relato muy fresco y bonito, gellyarenas! Bien logradas las fotos con el relato, buena serie fotográfica! :)
¡Gracias, gracias!♥
¡Excelente historia! mucha suerte en el concurso, saludos
¡Muchísimas gracias!
¡Ami! Me alegra que estés participando <3 Suerte bbe!
¡Gracias, ami bella!
¡Me encantó! Hay que apoyar el talento nacional. Sigue así @gellyarenas
Que bella, ¡Gracias!