¡A que es preciosa! En los niños hay algo que tardé en reconocer, y es esa falta de tensión. son como los bambús, se dejan mecer sin ofrecer resistencia, no desconfían de nadie ni de nada, solo observan. Adoro su mirada.
Gracias, Landis. Un abrazo.
¡A que es preciosa! En los niños hay algo que tardé en reconocer, y es esa falta de tensión. son como los bambús, se dejan mecer sin ofrecer resistencia, no desconfían de nadie ni de nada, solo observan. Adoro su mirada.
Gracias, Landis. Un abrazo.