Pero no todos me dan descanso.
Jugando en las estrellas de nieve azul.
Pero no puedes engañar a tu corazón...
Sobre cualquier cosa, sobre cualquiera...
Tu ropa interior disparó lentamente,
Pero por alguna razón ella aceptó esto.
Sólo mi cara recuerda...
En mi pecho ahora arde el fuego.
Y al instante salió corriendo en la distancia...
Y aquí estás: una anciana, un abrevadero, un abuelo gruñón.
Me encantan los gatos, nada más.
Los miedos declaran la guerra.
Ay mi amor, que lindo. Mi corazon es en tus manos.