Mucha razón en esto, escribir libera el alma, vacía el cerebro y te permite respirar.
Yo cuando estudiaba en la universidad debía escribir lo que sabía, cada vez que aprendo y compruebo teorias me gusta escribirlas o contarselas a alguien. Es increíble como una herramienta tan sencilla te llena tanto.
¡Qué curioso! Ver cómo con frecuencia las personas que menosprecian el valor de comunicarse bien, son las que suelen tener múltiples conflictos en su vida, y todos ellos originados por una mala comunicación..."
Tiene mucha razón...
Saludos.