La paciencia se me agota
como ese tabaco en tu boca.
De a poco,
y de un jalón a la vez.
Y mientras tu te terminas otra caja.
Yo te espero otro mes.
A mí nunca me gustó el cigarro,
hasta que tuve que extrañarte y encontrarte en sus olores.
Nunca me gustó el cigarro,
hasta que aprendí que hay vicios peores.
Tu mirada tan concentrada en que se acabe,
y yo cruzando los dedos para que comience.
He aprendido de ti como no parar.
Y así,
como fumas
y dejas de fumar,
me tomas y me dejas
y me vuelves a buscar.
Y nunca probé sabores tan amargos
en unos labios que me sabían tan dulce.
Nunca me gustó madrugar hasta que encontré varios motivos:
Unos brazos que ahorcan,
y unas manos que te sueltan al primer descuido.
Nunca me gustó el cigarro,
hasta que desperté todas las mañanas sabiendo que pase la noche contigo.
"Me voy a enamorar de ti"
como alguien que fuma sabiendo que se volverá adicta.
Aunque no seas bueno para mi.
Por fin entiendo de manías,
de obsesiones
y rebeldía.
Cómo a alguien que le dicen
"No te enamores"
y va y se empapa en nicotina.
Este va por ti.
Te inhalo sin querer dejarte salir,
quemarme de a poco
sabiendo que me va a herir.
Te respiro,
y te dejo consumirme.
Porque aun cuando te despides,
te quedas en mi ropa.
Nunca me gustó el cigarro,
hasta que lo probé en tu boca.
Solo aprovecha y deja ese vicio...
Afortunadamente ya logre quitarme el vicio jajaja
Fumante
Como yo
Que chido,
lamentablemente como sociedadno estamos acostumbrados a reconocer nuestros claroscuros, satanisamos el cigarro, satanisamos lo que es politicamente incorrecto, estamos cayendo de nuevo en una inquisición, en la que negamos las más naturales comsosiciones de nuestro ser.