La tecnología ha avanzado de manera implacable, se han construido una gran variedad de dispositivos que facilitan nuestro día a día, pero a su vez son perjudiciales para ésta.
La inteligencia artificial no escapa de ello, los robots se han vuelto muy populares en nuestra cultura pero han alcanzado un punto donde el ser humano deja de ser protagonista en la ejecución de tareas. Las fábricas comienzan a despedir trabajadores y compran "robots" que ejecutan sus deberes en menor tiempo que una persona humana, lo que origina una alta tasa de desempleo y más pobreza.