Ya, recobré el hilo, creo.
es importante distinguir entre aquello que es universalmente real y lo que es real para uno; a modo de no generar conflictos entre mis verdades (concepto que detesto) y lo real.
¿Qué ejemplo podríamos usar para esto, Ale?
Abriendo la puerta hacia la polémica: Cuando graffitearon el metro de Caracas.
La defensa de la verdad propia es que el graffiti es una expresión artística y por ende el tema de la legalidad o no, vandalismo o no, sucumbe ante ello pues no hay nada más grandioso, glorioso, importante e inmaculado que el libre discurso a través del arte.
Explotando la puerta hacia la polémica:
Basta con ver cualquier discurso feminista moderno (he generalizado demasiado, lo sé) o de defensa social para encontrar por montones la expresión "mi verdad esto, mi verdad aquello y nuestra verdad" - desde lo cual pareciera poderse justificar cualquier accionar, por más ilógico y peligroso que sea.