El triunfo de la Muerte, de Brueghel, el Viejo, es uno de mis cuadros favoritos del Museo del Prado. Se encuentra en la planta baja, donde los pintores flamencos del XVI, en la misma sala de El Bosco; precisamente justo enfrente de El jardín de las Delicias. Ya me llamaba la atención de niño desde que lo descubrí en la vieja colección de libros de arte de mi padre; descubrirlo en el Prado y tener la posibilidad de quedarme un rato admirándolo cada vez que paso por allí es uno de esos placeres que te tiene reservados la vida. Y como la gente se apelotona frente al tríptico del Bosco, se puede hacer con bastante tranquilidad.
En realidad, me encanta toda la obra de Brueghel. Esos cuadros repletos de personajes, de escenas costumbristas, que casi recuerdan aquellos libros de Dónde está Wally. Te puedes pasar las horas muertas mirándolos y encontrando nuevos detalles: El combate entre don Carnaval y doña Cuaresma, La Torre de Babel, Juegos de niños (que demuestra cuán poco han cambiado los juegos infantiles a lo largo de los siglos).
La muerte siempre se impone
Con respecto a este cuadro se podría hablar de muchas cosas: del hondo pesimismo que emana de él; de su simbolismo y carga moral -la muerte se impone al final, inevitablemente, sobre todas las cosas mundanas-; del humor y sátira que encierra; del cuadro como alegoría de la guerra, como premonición del largo y cruento conflicto que se cierne sobre los Países Bajos; de la multitud de aspectos cotidianos del Flandes del Renacimiento que se pueden apreciar en la obra… Sin olvidarnos, por supuesto, de su semejanza con las danzas de la muerte medievales, pues tanto el rey como el caballero, el juglar, el clérigo o los amantes del rincon derecho están destinados al mismo trágico final, sin posibilidad de escape.
Mejor dejo el enlace a su página en la web del Museo del Prado, donde se puede apreciar la obra en altísima resolución y aprender mucho más sobre ella con los textos y explicaciones.
Este artículo lo publiqué antes en Gabinete de curiosidades. Es un aviso para evitar malentendidos como los que suele tener Cheeta de vez en cuando.
Es una obra bastante nostálgica, la muerte ya se impuso desde que inició la vida, pero lo triste es que la matanza que nació y ha perdurado por siglos a través de distintas formas, también y esa no obedece al concepto simple de cese de funciones vitales, sino a la obligación de ello a manos de otro.
Sí, y a todo responde esta obra. Su carácter ominoso impresiona; hay que tener en cuenta que el cuadro mide más de 1,60 x 1,10 mm
Magnifica semblanza de esa obra, gracias por compartirla con quienes no tenemos el privilegio de estar cerca @iaberius!! Saludos!!
Lo bueno es que los museos cada vez ponen más recursos para conocer y apreciar sus distintas obras de arte. No es lo mismo que verlas in situ, pero ahora hay más posibilidades para impregnarse de arte.
Si @iaberius nunca será igual pero ciertamente quien ama el arte lo disfruta de cualquier manera, sigue regalándonos ese privilegio amigo!!! Lo mejor para ti!!!
es la perfecta ganadora, en una guerra es la que siempre gana.
Sí. La cuestión es la manera cómo la acepta cada cual.
Excelente post, también siento fascinación por la obra de Bruegel y de El Bosco, y encuentro muchas similitudes entre ellas.
Sí, los flamencos del Renacimiento tienen un no sé qué, que ¿qué se yo?.
Así es amigo... La muerte, siempre se impone; cuando llega con su sonrisa macabra, ya NO hay vuelta de hoja, ni puntos y comas; por esto y por mucho: el mejor escape, es vivir a tope; antes que nos toque (reflexionando un poco sobre el fino hilo de la vida).
Feliz noche, un abrazo. @iaberius
¡Amén, Kristal!
Ojalá hubieses ahondado más en el contexto histórico del cuadro y lo que guarda detrás de sus pinceladas, pero apreciamos el contenido creativo que nos hace conocer un poco más sobre el arte.
Bienvenido Artista, te invitamos a nuestra comunidad https://discord.gg/xr8S7SM
Gracias por la invitación. Quizá faltó una apreciación formal, tan solo se trataba, ahora de esbozar las sensaciones que me transmite. Un saludo.