Si hay un ritmo que me haga mover mi cuerpo de solo escucharlo, es el tambor, ¡Wepaaa! 🎵
El sonido generado por el cuero de este instrumento de percusión, es sin duda para mí algo que me llena de alegría y no paro de bailar.
Algo que siempre había querido hacer en mi vida, era bailar tambor en la playa, y porfin lo logré, y permítanme adelantarme a mi relato pero fue ¡Fascinante! Que cosa tan buena.
Le escribí el viernes a mi amiga Nathaly para ir a la playa a realizar unas fotos publicitarias, dónde me comenta que el día sábado hay tambores en la playa, debido al día de San Juan Bautista, ahí recordé el día de Mi primera comunión, fue un 24 de Junio, y estuvo acompañada de este ritmo, mis ojos brillaron y sin pensarlo le dije ¡Vamos! . Salimos el sábado 23 de Junio, de Guacara, hasta Puerto Cabello, ambos en el estado Carabobo, pasamos buscando a Silviany, amiga de Nataly quien vivía en el Puerto, la cual sabía exactamente todo sobre esta tradición, cabe destacar que cuando llegamos a su casa, nos esperaba con un delicioso almuerzo, pescado frito acompañado con yuca y ensalada ¡La gloria! (La comida del mar, es mi favorita).
Cortejo de San Juan, por niñas de Puerto Cabello
Al estar en su casa, escuchamos el sonido de los tambores a lo lejos, que poco a poco fueron sonando más cerca, se trataba de una parranda que llegaba a visitar a una casa al frente de la de Silviany, dónde se encontraban diversas personas, como en estilo de procesión, ahí Silviany nos explico que existen muchas parrandas que se encargan de de recorrer varias partes de la ciudad y visitan donde se encuentre el santo homenajeado, todo esto previamente planificado y acordado entre comunidades, dónde se le llevan ofrendas y cantos acompañados con el peculiar ritmo del tambor.
Silviany nos comento:
La tradición de los tambores de San Juan Bautista, viene de siglos atrás, incluso se dice que es el primer santo que se celebra de tal modo, es una fiesta religiosa católica, que combina la danza, la música, y oraciones para rendir honores a quien fue el bautista de Jesucristo. Es una mezcla de ritmos afrodescendiente, que inicio en las haciendas de cacao, donde los negros esclavos solo tenían este día libre para poder disfrutar ¡Y si que sabían disfrutar! Es por eso que son en la mayoría de las costas venezolanas donde se lleva acabo esta gran fiesta de color, sabor y alegría.
Nos fuimos a dar un baño de playa, en la Bahía de Patenemo, y al salir de este refrescante chapuzón , percatamos el sonido, fue como una especie de llamado, a dónde nos dirigimos de inmediato, apartir de ahí lo que hicimos fue bailar, cantar y disfrutar, era una verdadera fiesta que no distinguía ni de edad, sexo o color de piel, era como si todos nos conocíamos, podíamos bailar con completos desconocidos y reírnos a carcajadas . Nosotros estuvimos ahí desde las 5 de la tarde hasta las 3:00 de la mañana, ya no dábamos para más, y debíamos levantarnos temprano para hacer las fotos.
Entre tanta gente Silviany se encontró con un amigo llamado Samuel, quien nos dijo que nos podíamos quedar en casa de una señora del pueblo, la cual fuimos a conocer y sin duda la sonrisa con la que nos recibió fue mágica, sabíamos que estaríamos en un lugar seguro, creo que a esto se le llama suerte de mochileros, un colchón bastante cómodo y unas sábanas fueron suficientes para pasar la noche bajo un techo, y al despertar nos tenían preparado un desayuno de campeones, arepa frita con diablito y queso, acompañado con un café calientito, esta señora fue un amor, personas totalmente desconocidas en su casa y la atención era como si fuésemos un familiar de visita. De regreso a las 7:00 de la mañana pasamos por el lugar donde fue la festividad, y seguían repicando los tambores, no habían parado, nos comentaron que es normal y que eso seguía hasta el día siguiente sin parar.
Venezuela es un país rico en cultura, tenemos de todo, para todos los gustos, la mayoría de nuestras tradiciones tienen influencias, pero son adaptadas e inyectadas con sello venezolano, tuve la oportunidad de vivir esta gran fiesta en honor a San Juan, y disfrutar de la alegría de la gente de Patenemo, ritmo, calor humano, sabor, alegría y mucho tambor es lo que queda en mi mente de esta experiencia que ojalá pueda volver a repetir.
¡Repícame los tambores que me los quiero aprender!
Todo el contenido expuesto es de mi autoría, excepto donde demuestre lo contrario.
Fotografías tomadas con cámara Nikon D-3200 y Blu R1 HD
<3
Debo admitir que Patanemo es una de las playas más me gusta del estado carabobo, y también debo admitir que me encanta bailar tambor, así que creo que tambor más playa es lo maximo, nunca lo he hecho pero sin duda alguna me anotaria.
Saludos.
Tienes que hacerlo, creeme es BRUTAL! Lo deseaba y una vez logrado te puedo afirmar que es sencillamente ¡Fascinante! Estás invitada ! Saludos!