Incrédulo y con la mirada escéptica
observo a quien tiembla de miedo,
al iluso que me habla sobre fantasmas
desconociendo el verdadero horror.
Sabes, he pensado eso, que hay cosas peores, el hastío, el vacío, hay algo más aterrador en eso cuando se instala adentro... No podría explicarte las circunstancias pero también ocurre en las relaciones, y en la vida individual, en ese sinsentido de los días... o cuando no se ha hallado alguno.
Un gusto leerte.
Un abrazo :-)
Es cierto, a veces historias de entes paranormales suelen perturbar el sueño de algunos; en cambio, hay quienes viven perturbados por llevar vidas llenas de anomalías mucho más reales. Y sí, ocurre en la cotidianidad, al lado de la otra habitación, en la licorería de la esquina...
Por fortuna, existe la filosofía querida inspiración y, más allá de ella, sus hijas, que a veces suelen tapar ese hueco que crece, por muy paradójico que sea, por mucho que el conocimiento solo genere más dudas, hay quienes hallan sentido y propósito a través de ellas. Y pues, en este caso, quienes asesinan sin inmutarse siquiera, son clase aparte, seres con una percepción diferente de la realidad.
El gusto es mío, me encanta verte por aquí.
Saludos!! :-)