Sí, de nuevo Venezuela. Parece que nunca deja de ser tema constante y sonante... Actualmente rara vez es tema por asuntos positivos, esta no es la excepción. Con la reciente conclusión de la vida y obra de Óscar Alberto Pérez, se reafirma una vez más la férrea posición de la dictadura venezolana disfrazada de democracia a todas luces. Es precisamente éste el tema a desarrollar en este pequeño ensayo de mi autoría y que llevo varios días cocinando en el horno.
¿Cómo es posible mantener tanto tiempo una dictadura?
Fuente
La mejor forma de controlar la oposición es liderarla nosotros mismos" - Vladimir Lenin
Esto está profundamente relacionado con la forma en que las diversas interacciones políticas en Venezuela toman lugar. Comúnmente se cree que hay una marcada división entre el Gobierno y la coalición opositora, cada uno funcionando en contra del otro. Este aparato divisionista se ve apoyado por medios informativos que apoyan a uno u a otro bando y constantemente bombardean a sus consumidores con información negativa respecto al otro bando, exaltando las acciones del propio, creando así matrices de opinión fuertemente divisionistas, polarizantes y extremistas entre la gente común. Es esta la imagen conveniente de la escena política venezolana, ¿Por qué? Porque de esta forma es extremadamente fácil manipular a la población que pone su fe en uno o el otro bando con la esperanza de que puedan ejecutar algún plan milagroso para erradicar a "los indeseables" del otro lado. Chavista u opositor, escuálido u oficialista, importa poco ya que ambos desean la aniquilación mutua, sin darse cuenta que están de esa forma abriendo paso a un pensamiento exterminista hacia sus propios compatriotas, donde lo que debería imperar es la cooperación entre la sociedad de a pie, los mas afectados por la crisis actual.
¿Cómo entonces, habiendo esta rivalidad, sucede que ningún bando sale del otro? Fácil, la dicotomía propuesta es en realidad una farsa, una falacia inexistente. No hay dos bandos, nunca los hubo. Ninguno de los dos se enfrenta realmente al otro y esto se comprueba en la perpetuada existencia de ambos. Es imposible que continuen existiendo sin la cooperación del otro. Esto ya está empezando a integrarse al pensamiento de los venezolanos mas cínicos (como yo) quienes hace tiempo decidimos que creer en cualquiera de los propuestos es un error, ya que a todas apariencias, los líderes políticos en su totalidad son absolutamente mediocres, inútiles e incapaces de tomar un mínimo paso para defender las vulnerabilidades de aquellos a quienes dicen defender.
La realidad es un poco mas oscura si se toma en cuenta la obscena y absurda cantidad de complicidad entre ambos bandos "por debajo de la mesa" como decimos nosotros. Entre ellos sostienen negocios a costa del erario público, se rotan puestos de importancia nacional entre familiares, usan tráfico de influencia, etc. Todo esto mientras el venezolano de a pie cree que son acérrimos rivales. Es por esto que hace días tuve la idea del Arrase.
¿Qué es el Arrase?
Puesto en palabras sencillas, necesitamos una nueva clase política, una nueva calidad de representantes públicos que en realidad venga de la realidad que todos vivimos y sepa que medidas y soluciones aplicar con la mentalidad de hacer funcionar correctamente al país y reencauzarlo al camino de la prosperidad y el progreso. Pero ¿cuál es la falla, el obstáculo principal? La clase política actual. Son la élite, representan el 1% de la sociedad venezolana, a la cuál los problemas poco o nada llegan a afectar ya que están protegidos en muchos niveles de esas mismas situaciones que al resto de nosotros nos generan constante estrés y desazón. No puede quedar nada de esta élite en pie, ya que hacerlo sería afín a resguardar sus intereses, sus negocios, su tráfico de influencias y su nefasta gestión, NO QUEREMOS NADA DE ESO. Queremos gente que sepa lo que hace, queremos gente que se preocupe por los problemas y no por la publicidad, queremos gente que resuelve y no que ingenie problemas nuevos para seguir culpando al otro de ellos.
Hay una generación de venezolanos nacientes que sabemos lo que sucede y queremos que pare. Sin embargo, un punto pivotal para esta estrategia es algo que nos falta, que necesitamos desesperadamente: Unión. No la falsa unidad de la MUD, o la 'camaradería' del PSUV, NO. Algo duradero, sólido y que se base en las mas profundas raíces de nuestra venezolanidad, queremos una nueva calidad de país, de gente, de sociedad pero no nos unimos para buscarla, quizás porque aún no llega este conocimiento a muchos venezolanos que aún se hallan desconcertados sin saber que sus líderes son la causa y consecuencia del desastre que viven. La manipulación se ha adueñado de los medios y ya nada de lo que se ve es real.... Odio esto, odio que nos hayan reducido a borregos sin pensamiento propio. Si queremos recuperar nuestro país debemos todos poner de nuestra parte para acabar con esto.
Es por eso que aprovecho la magnífica plataforma de Steemit para hacerlo, a sabiendas de que abundan los venezolanos aquí, para que se cuestionen sus convicciones y pongan en una balanza el orgullo y el silencio que beneficia a nuestros opresores.
Actuemos.