Comunidad Steemiana, en esta oportunidad quise compartir un poco de socioeconomía asiática, en función de que como venezolana, me resulta un poco curioso y hasta irónico, que Qatar, un país que vive casi en su totalidad de la exportación de productos petroleros, haya pasado de ser un país que subsistía de tan sólo la pesca, y venta de animales, sea en la actualidad un Estado millonario (el país más rico del mundo), mientras que nosotros, Venezuela, bueno, ya sabrán.
Qatar; está ubicado en el oeste de Asia y ocupa la pequeña península de Catar en el este de la península arábiga. Con poco más de 10.000km2, su superficie es apenas la mitad de El Salvador.
En el año 1971 obtuvo la tan anhelada independencia del Reino Unido. Qatar se ha caracterizado en el pasado por ser un país hostil, de categoría pobre, un lugar inhóspito, debido a sus altas temperaturas y su clima desértico, presentando un verano de más de 50°C.
El PIB (Producto Interno Bruto, definido como el valor monetario de bienes y servicios producidos en la región y cuyo objetivo es medir la actividad económica) per cápita en el año 2016 fue de 129.726$; 3 veces más que el de Francia, y 5 veces mayor que el de Chile, y un estimado actual de 128.702$ al año. Esto gracias a que el gobierno ha realizado inversiones en todo el mundo.
En la actualidad, la capital qatarí, Doha, cuenta con universidades de alcances internacionales, un complejo de iglesias protestantes, católicas, entre otros entes que han contribuido con el desarrollo cultural del Estado en sí.
Ahora, se preguntarán cuál ha sido la razón principal de esta evolución a través de los años, si no se ha mencionado ningún beneficio en sus tierras, que traiga consigo ingresos agrícolas, vacunos o de exportación alimenticia. Pues queridos lectores, esto ha sido gracias, nada más y nada menos que, a la bendición del GNL. (Gas Natural Licuado). En la década de los 40 se descubrieron los primeros yacimientos de gas, que no explotaron sino hasta mediados de los 60, y a su vez comenzaron a mejorar un poco las cosas, pues se visualizaba como una fuente de posible desarrollo sostenible, pero sin hechos que ejecutaran esta visión. No fue hasta inicios de los 70 que la Shell descubrió en el campo norte, el gran tesoro de ese país, y comenzaron las producciones de el yacimiento de gas natural más grande del mundo. Sin embargo, esto no terminaba aquí, el problema con el gas, era que sólo podía ser transportado por gasoductos, y eso reducía su valor.
Más tarde, en 1995, el emir Hamad bin Jalifa Al Thani, gracias a un golpe de estado llegó al poder qatarí. (Esto, mientras su padre asistía a un viaje de negocios en Rusia; sí, así se manejan las cosas en el hemisferio oriental). Con su llegada a la máxima autoridad política, Al Thani apostó muy fuerte por una tecnología no muy desarrollada, pero innovadora y estratégica: la licuefacción, que no es otra cosa que la capacidad de llevar el gas a una forma liquida, en función de para hacerlo capaz de ser transportado como el petróleo: ¡en barcos!
Dato curioso: para llevar a cabo esta operación con éxito, hay que conservar el gas a 161° bajo cero.
Los resultados:
Tras invertir recursos en el desarrollo de esta tecnología, se da inicio al proceso de explotar intensamente las reservas de gas, que representan las terceras de todo el mundo, Qatar se convirtió a raíz de la implementación de la licuefacción, en el mayor exportador de GNL del planeta.
Las relaciones internacionales comenzaron a ser protagonistas del plan estratégico del gobierno para incrementar el tesoro nacional, y las oportunidades de evolucionar económicamente, y es así como tres cuartas partes del gas qatarí fluyeron a países asiáticos (China, India, Corea del Sur y Japón, quien es su mayor cliente). Con el correr de los años, y gracias precisamente a los dividendos obtenidos de las ventas del producto, los complejos industriales en Qatar, tienen los menores costos de extracción y licuación; 4 veces más económico que en USA.
¿Qué hace Qatar con los recursos generados?
En virtud de no caer en los mismos errores de otros países petroleros, como Venezuela, o Angola, hay que saber utilizar el dinero que se genera. En este sentido, Qatar se ha dedicado a invertir dentro y fuera del país. El fondo monetario constituido gracias a la Autoridad de Inversiones de Qatar, conocido como Qatar Power, vale más de 330.000 millones de dólares. Con una población de menos de 3 millones de habitantes, de los cuales alrededor de sólo 300.000 son qatarís, le correspondería más de 1.000.000$ a cada ciudadano.
En el 2016, Qatar fue el cuarto mayor inversionista de oficinas en Estados Unidos, sólo en Manhattan invirtió en los dos últimos años 5.000 millones de dólares en inversiones inmobiliarias, incluyendo la compra de una parte del Empire State Building. Asimismo, también es accionista de empresas de talla como la Volkswagen, Tiffany, Chell, por nombrar algunas.
En el siguiente gráfico, se aprecia claramente, como de acuerdo al incremento de producción, se dio un incremento directamente proporcional en activos financieros.
En adición a esto, Qatar ha finiquitado inversiones internas en carreteras, aeropuertos, centros de investigación, centros financieros; esto con el objetivo de que en el futuro estas inversiones sean capaces de suplir los ingresos del petróleo y el gas natural, aunque eso no vaya a suceder por ahora.
No hay analista que pueda decir cuándo va a caer la demanda del gas; para el petróleo hay gente que ve el pico de demanda en 2030, otros en 2042, pero para el gas, la demanda está constantemente creciendo. Saad Sherida AL Kaabi, presidente y CEO de Qatar Petroleum (QP).
En 2017, Arabia Saudita y Emiratos Árabes anunciaron un bloqueo a Qatar acusándolo de apoyar grupos fundamentalistas y terroristas. Si bien es verdad que cuenta con una monarquía absolutista, pero es buen aliado de occidente, especialmente de USA, y uno de los países mas aperturistas de la región. Ahora bien, cuando Hamad bin Jalifa Al Thani ascendió al poder, también tenia otra idea muy clara; el país debía ganar peso internacional. Qatar fue controlada muchos años por Arabia Saudita, pero necesitaban independencia, ya que “las facturas estaban cubiertas, podían ser pagadas gracias al gas natural”. Se buscaron alianzas internacionales; y es por eso que cuando en el 2003 Arabia Saudita "invitó" a Estados Unidos a sacar sus tropas del país, Qatar no dudó en ofrecerse como destino, ni en gastar más de mil millones de dólares en construir las bases militares donde operan en la actualidad. Hoy cuenta con más de diez mil soldados en la base más importante de la región, y también desarrollaron una intensa política exterior para ganar influencia internacional
Este bloqueo terminó en fracaso. Se han impulsado los lazos de Qatar con Turquía, e incluso Irán. Ante todo esto, Qatar ha anunciado que acelera planes de apertura para atraer inversiones extranjeras, y que están en la mesa planes de trabajo en función de hacer más fácil la obtención de la residencia permanente.
Podríamos decir entonces que Qatar contrató la mayor póliza de seguros. Las alianzas que se establecen con Norteamérica, tienden a ser un tema polémico en el país donde vivo por la ideología política que intenta practicar el gobierno venezolano, pero estoy segura de no ser la única que al darle un superficial vistazo a los resultados exorbitantes en el desarrollo económico, social, cultural (en algunos aspectos) y político de Qatar, y otros países arábigos, se da cuenta lo que representa tener un peso internacional estable. Después de todo, teniendo la mayor reserva de petróleo del mundo, sería más fácil tener aliados, que “enemigos” que sólo ven los oficiales del gobierno.
La evolución siempre ha sido una de las bases del éxito, y esto no es más que un vivo ejemplo de que no se puede dejar avanzar un país tan rico en recursos naturales, sin la inteligencia que trae consigo la innovación y la apertura tanto a cambios económicos, como políticos, tecnológicos y culturales. La alianza internacional representa la mayor fuente de globalización y por ende el incremento de la independencia de los países involucrados debido al impacto que generan en éstos y su población.
CONCLUSIONES:
Como conclusión, reconocemos los avances, como el ahorro, la inversión productiva, y la apertura. Sin embargo, es importante aclarar que Qatar tiene muchos puntos negros de los cuales sería interesante escribirles en un próximo post, como las condiciones laborales de trabajadores en sectores pobres, la situación de la mujer, y por supuesto y a pesar de su desarrollo económico, la falta de democracia. Además, el modelo presentado aún tiene que demostrar que puede funcionar sin el gobierno, porque a diferencia de Dubai, el protagonismo no lo ha tenido la iniciativa privada, sino la pública.
Hasta nuestro próximo encuentro.
Por: @iramyjr11
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