Hay que tener mucha cautela con este concepto. Lo peor que le puede pasar a un pueblo es que un Estado lo acostumbre a la dádiva. Es necesario luchar contra la pobreza pero por otra vía que no sea estimular la inacción de la población. Las personas necesitan entender el valor que tiene el trabajo, para ellos mismos, y para la sociedad. Los estados deben ocuparse de tratar de igualar oportunidades en el acceso al estudio y la salud. Por supuesto que hay que estudiar casos excepcionales donde haya que ayudar a un sector de la población, esto puede ser mediante programas de becas, autoconstrucción, asignación de tutores para la formación en el trabajo. De muchas formas pero no mediante la dádiva. Los ciudadanos nunca deben depender del estado para garantizar su subsistencia, eso solo contribuye a la manipulación, el clientelismo y los abusos de poder.
You are viewing a single comment's thread from: