Soy de los que creen que somos una energía que ha estado desde el inicio de los tiempos. Una energía que ha sido dimensionada y dirigida por el plan de un creador omnipotente. Cómo lo llamamos, no importa. Puede ser Dios o cualquier otro nombre de los que se usan para referirse a una entidad superior, responsable de nuestra creación. El caso es que somos más que un saco de músculos, huesos y vísceras. Nuestra existencia no acaba en el momento de la muerte. ¿En qué nos convertimos? ¿Quién sabe? Vale la pena tener consciencia de que asumir cualquier explicación sobre lo que es nuestra esencia trae consecuencias que impactan nuestro modo de vida. Felicitaciones por tu post.Saludos, @maygor. Planteas en tu escrito las interrogantes fundamentales sobre la existencia humana. A la pregunta ¿Qué somos? Le vendría bien otra, ¿Desde dónde respondemos? Si nos ubicamos en el pensamiento racional de la ciencia, pues la respuesta es más o menos sencilla: somos un organismo biológico que existe mediante un delicado equilibrio bioquímico. Si nos ubicamos fuera de ese pensamiento se abre un abanico de posibilidades.
Estoy totalmente de acuerdo con usted, @irvinc, somos algo más que la materia física que representamos a través de nuestro cuerpo. Mis saludos!