Del 29 de agosto de 2014 a las 12:50
…Y después de trajinares, montañas rusas carentes de Litio, ruidos decibelicos repletos de incertidumbre, pisos o plantas enteras de varias alturas de rémora…
He llegado a lo rojo, lo pintón, lo sesudo…
La plenitud asaltó de repente todos los salones de la entidad que soy, la sonrisa visible o no, dentada o labial, esbozada o plena!, de arqueada cervical y boca de par en par, se adueñó del semblante cotidiano.
Gracias bienestar! bienestar anegante, destructor de lo marchito, frescor que renueva, jardinero podador de afecciones olvidadas…
Gracias por el regreso de la poesía omnipresente de la alegría palpitante…