A veces pienso que cuando escribo un relato me quedo desamparada por las palabras necesarias para mostrar la escena que tengo perfectamente nítida en mi imaginación. La palabra desamparo me transmite soledad, tristeza, abandono, lluvia, frío, hambre, soledad y oscuridad. Todas las palabras mencionadas pueden perfectamente formar una escena donde se describe el desamparo, por ejemplo: “…se sentía solo en la inmensidad de esa mesa llena de comensales ante un gran banquete, su estómago crujía y sus glándulas salivares hacían su trabajo…pero fue desechado por ese entorno social por no saber manejar correctamente los cubiertos durante el acto protocolar de la comida…esto le provoco un total aislamiento…”. Me parece que un ser humano que sufre desamparo está expuesto a las más absolutas carencias básicas y no básicas. La palabra desamparo debe producir cansancio, agotamiento, congoja tanto al escritor como al lector.