LA ROSA MAS BELLA

in #spanish7 years ago

LA ROSA MAS BELLA

Erase una vez una pequeña niña que trataba obstinadamente de aprender a leer la hora en un reloj de agujas muy antiguo, de esos que se cuelgan en la pared y parece que prácticamente vinieron incluidos con la casa pues han estado toda una vida en el mismo lugar, como si hubieran aparecido mágicamente, nunca ves a nadie revisándolo, ni poniéndole baterías pero siempre esta ahí con su tic tac toc que va marcando los segundos, los minutos para luego definir la hora.

Volviendo a la pequeña niña, quién debía responder unas tareas en su libro de primer grado, ya estaba casi por darse por vencida, cerro con enojo su libro lo que hizo que su lápiz rodara al piso, pronto sintió que el lápiz volvía a su posición original y con ella unos brazos que la bordearon y le dieron una caricia que le sacudió el alma.

Esos brazos se sentían suaves a pesar de estar arrugaditos, eran delicados, con un olor muy dulce inconfundible entre un peculiar jabón azul (el que sea venezolano entenderá de cual jabón hablo) y un perfume de fragancia de heno de pravia, así sentí que me abrazaban ya que esa niña obstinada era yo y los brazos que gentilmente me sostuvieron eran los de mi abuela Rosa.

Mi abuela quien había sido maestra por casi 40 años, era capaz de explicarte absolutamente todo con una facilidad increíble y con una paciencia abismal, pero como buena muchachita terca, me gustaba llevarle la contraria diciéndole que así no era como mi maestra me había enseñado. En ningún momento dejo de tratar de explicarme pero, la que se cansó fui yo (deben entender que desde pequeña tuve mi carácter acidito, con una mezcla de malcriadez que ella misma me había dejado), recojí mi libro y muy brava me encerré en mi cuarto, pensando en que nadie podía entenderme, y eso me hacía sentir mal.

Pase varias horas encerrada, llorando, pensando en que todos mis compañeritos llevarían su tarea bien hecha y la mía estaría incompleta, claro está que mi abuela nunca me haría la tarea (como si les pasaba a muchos de mis amiguitos) para ella siempre era indiscutible que yo tenía que aprender las cosas, no al caletre sino comprender el porque de las mismas para que nunca nadie pudiera engañarme, había que saber como eran las cosas para que nadie te metiera gato por liebre (un dicho bastante popular en Venezuela, más si creces en el oriente).

Cansada de llorar, y entendiendo que solo mi abuela podría ayudarme salí del encierro del cual yo misma me hice prisionera. En el camino a buscarla me encontré con mi primo quien al verme roja como un tomate, se ofreció a ayudarme con mi tarea (mi primo que era unos años mayor que yo, no podía entender porque me preocupaba tanto por mis tareas, ya que estaba apenas en 1er grado y no había ni cumplido los 6 años). Al final rechacé su oferta, porque sabía que significaría que él rápidamente respondería mis preguntas sin explicarme nada para que pudiéramos ir corriendo a fingir que eramos los Power Rangers.

Al llegar al patio de mi casa me encontré con mi abuela contemplando la mata de cereza que adornaba el centro del lugar, al verme sus ojos se abrieron sorprendidamente y con una sonrisa me preguntó -¿ahora si vamos a terminar esa tarea?- avergonzadamente asentí con mi cabeza.

En menos de una hora, ya había hecho toda mi tarea y había aprendido para nunca olvidar como funcionaban las 3 agujas del reloj, lección que me marcó...no sólo porque siempre supe saber si estaba en la hora correcta, sino porque me enseñó el temple de la mujer más fuerte y bondadosa que he conocido, quien a pesar de mis malos tratos y mis malas contestas pudo recibirme nuevamente con una sonrisa y con la misma paciencia y amor que tuvo al principio.

Este post se lo dedico a ella La Rosa más bella en el jardín de mi vida, afortunadamente a sus 86 años de edad me sigue enseñando cosas cada día que pasa, y es que no hay persona que no la conozca que sienta ese brillo especial que la rodea. Es esa rosa que quiero tener toda mi vida a mi lado, porque su belleza me llena el alma, me hace sentir plena y feliz. Si estas leyendo esto corre a llamar a tu abuelita o a tu abuelito, y si partió fisicamente mandale una plegaría al cielo, estoy segura que esta allí cerquita escuchándote, o siéntela en tu corazón latiendo con cada recuerdo.

Como siempre hago me gusta cerrar mis posts con una foto tomada y editada por mi para que se relacionen con la historia, en este caso en particular para que conozcan a la Rosa más bella que Dios me regaló.

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