Estimados amigos este es el ultimo post acerca de mi viaje a La Gran Sabana, no quiero aburrirlos. En esta entrega les dejare ver un poco como es celebrar el año nuevo alejado de la ciudad y sus costumbres cosmopolitas.
Cansados de la celebración de año nuevo, de forma casi idéntica una y otra ves, decidimos hacer algo diametralmente opuesto. Esta vez recibiríamos el nuevo año alejados de la ciudad, pero cuando digo alejados me refiero a estar a mas de 400 kilómetros de cualquier ciudad o pueblo medianamente civilizado.
De mas esta decir que cualquier servicio básico tal como agua, teléfono o electricidad esta temporalmente fuera de alcance, si no fuera por los vehículos modernos seria como la edad media!.
Como llegamos al campamento el mismo 31 de Diciembre nos avocamos a armar las carpas y a dejar todo en orden para poder explorar un poco los alrededores. Yo aproveche para disfrutar volar mi parafoil dada las ráfagas de viento que nos ofrecía el acantilado que abrazaba una imponente caída de agua ubicada a pocos metros .
Como pueden apreciar el la fotografía mi hija tenia ciertas dudas acerca de mi habilidad para lograr alzar vuelo, pero luego de unos minutos de preparación todo salio bien y pudimos pasar un rato agradable haciendo piruetas.
Se que la foto no se ve prometedora pero confíen en mi y den un voto de confianza cuando les digo que SI logre volar aunque nadie tomo fotos que lo atestigüen, jajaja.
Bueno de vuelta a la celebración, los indígenas han sido contagiados con nuestras costumbres pero las han adaptado a su propia forma de hacer las cosas.
Con un poco de imaginación pueden reconocer al tradicional árbol de navidad, no es precisamente un pino, pero cumple su función de albergar los juguetes para los mas pequeños.
Por nuestra parte hicimos todo lo posible por ensamblar una mesa donde sentarnos a cenar y compartir entre amigos, desde la ciudad llevamos la mayor parte de la comida ya preparada dado que sabíamos que no contaríamos con los implementos de una cocina moderna.
Luego de cenar nos acercamos a algunos vecinos campistas y me hicieron recordar porque quiero tanto a Venezuela, no nos conocíamos, no veníamos de la misma ciudad pero con tan solo darnos la mano se creo un vinculo instantáneo entonces pasamos a ser de un grupo de 10 a uno de mas de 30 personas.
Para terminar la noche se nos ocurrió hacer una fogata de mas de 1,5 metros de alto, a demás de tener un efecto reconfortante por el calor que emite, invitaba a los vecinos a acercarse y compartir la experiencia.
La Gran Sabana, orgullo de todos los Venezolanos!.
Super post, tienes nuevo seguidor
Muchas gracias, espero cumplir con las expectativas!
Importante es que te guste, a nosotros nos encanta steemit
un abrazo