¡Sí! Así es. En ese entonces creemos que ellos son nuestros enemigos, y resulta en realidad, que sin conocernos, nos ofrecen lo mejor de sí mismos, para que seamos hombres y mujeres de bien. A veces, los profesores se escudan en una coraza de dureza para mantener la distancia y el respeto en la relación educativa: Docente-Estudiante, pero cuando uno aprende a ganarse el afecto de ellos, la experiencia es máxima.
Siempre ando por aquí, con mis publicaciones, y pronto visito tu blog, para leer el contenido que tengas por allí. Éxitos...