Experiencia con Ayahuasca (DMT) | Relato Original

in #spanish7 years ago (edited)

Hablaba con la soledad, lo peor de esa extraña y triste conversación era que no me respondía. No había comido en dos días, mucho menos había salido de mi casa, según mi memoria. Los cigarrillos consumidos abundaban en el piso de mi alcoba. Durante aquellas noches podía deplorar como sentimientos depresivos se adherían a mi corazón hasta sentir que mi cuerpo se quedaba sin voluntad de moverme, vaya dolencia la que sentí. Era imposible no sentirme mal o peor, ya que habían pasado cuatro días desde que mi madre y mi hermana menor fallecieron en un catastrófico accidente que ni quería recordar. Mi alma, o lo poco que quedaba de ella, se encontraba en un umbrío laberinto. Por un momento dejé de creer en Dios, al tratar de aceptar la pérdida de los únicos seres que tenían importancia en mi vida y por quienes sentía un amor exorbitante. Quería devolver el tiempo, aunque fuese un inútil capricho, pero era inevitable. Hace un tiempo atrás en mi juventud, probé varias drogas. Decidí alejarme de ellas y lo logré, por al menos tres años estuve apartado de ellas, pero volvieron a mí o yo volví a ellas. Me hacían olvidar lo miserable que me hacía sentir la vida en aquellos momentos.



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Pasé largas noches encerrado, al compás de la lluvia que tornaba más oscura la noche mientras veía al techo, en un estado de descontrol mental. Dormía en el día lo suficiente como para no vivir ni recordar aquello que drásticamente cambió mi vida. Una noche dos de mis amigos fueron a visitarme por quinta vez, ya que las primeras cuatro veces, no abrí la puerta. Uno de ellos me habló de un retiro espiritual que realizaban las tribus chamánicas en el Amazonas, según era antidepresivo y ayudaba a abandonar el consumo compulsivo de drogas. Rápidamente me interesé en ello y le pedí que me llevara, a pesar de que no quería entrar en contacto con las demás personas.

Al día siguiente me pasó buscando y fuimos, fue incomparable lo que sentí al salir de mi casa. La tristeza que sentía había sido drenada al respirar aire natural, sólo por unos segundos. Trataba de ser más fuerte, trataba de distraerme durante el viaje pero se me hacía tan difícil que fumé marihuana para dormirme. No recordé casi nada del viaje, ni siquiera si dormí. Mi amigo me aconsejaba diciéndome que debía parar ya, que estaba esperanzado de que aquel retiro me ayudaría a sanar. Llegamos a una selva donde residían personas vestidas de indígenas o algo parecido. Recuerdo ver las chozas que hacían ver una tranquila vecindad entre la vegetación y los árboles verdosos. Por un instante sentí miedo, primera vez que veía personas indígenas y urbanas sentadas en el suelo de tierra, meditando mientras una con collares y vestimenta resaltante conjuraba en palabras de un desconocido idioma. Otros tocaban una especie de música relajante con instrumentos chamánicos hechos por ellos mismos.

Se nos acercó un anciano chamán con un bastón de mando indígena que significaba símbolo de autoridad y tenía figuras talladas. Conversó con nosotros amablemente en voz silenciosa, nos explicó lo que debíamos hacer y luego nos guió junto con otro chamán, hasta otro sitio de aquella selva, donde el silencio y los sonidos de la naturaleza conversaban. Hicieron un altar con velas y algunos santos del Chamanismo. Nos pidió que nos sentáramos y cerráramos los ojos. Al empezar la ceremonia sentí más alivio que miedo, luego comenzaron a tocar aquella música un tanto extraña pero tranquilizante. Nos dieron una bebida llamada Ayahuasca que contiene DMT (una droga espiritual), en una especie de totuma, mientras dijo en voz baja: “sanación”. En ese momento pensé que iba a solucionar mis problemas y sanar mi grave dolor. Seguidamente nos dijeron que nos acostáramos mientras todo empezaba a distorsionarse en mi mente. Sentía nauseas pero literalmente era parte de mi imaginación que en ese momento comenzó a alterarse.


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De pronto mi mente se quedó en blanco mientras muchos puntos oscuros aparecían rápidamente, estaba soñando despierto. Los colores abundaban y aparecían muchas figuras tridimensionales en un adverso campo, logré ver varios elfos bailando una danza extraña pero desaparecían y aparecían constantemente.
Después de una hora comencé a temblar y sentir desespero justo en el mismo momento que la imagen de mi madre y hermana apareció como si estuviesen de regreso conmigo. Caí en llanto, mi depresión se agudizó, no podía evitar llorar y gritar a la vez, (esto lo sé porque uno de los guías chamánicos me lo contó al observarme en mi viaje), ya que sentía que yo no era parte de mi cuerpo, sólo la alteración de mi consciencia.
Sé que recordé muchos momentos desde mi infancia hasta la edad que tenía, pero no logro recordarlos exactamente. Recordé cuando mamá me llevó a la escuela cada primer día de clases durante todo mi crecimiento, cuando cuidé a mi hermana mientras mamá no estaba en casa. No sé porque durante aquel viaje sólo recordaba momentos junto a ellas, quizás porque aún no había aceptado su drástica partida. Mis sentidos se alteraron más a medida que pasaban las horas. Sentía como si mi espíritu trascendía a otro plano y mi mente hacia otra dimensión, fue muy extraño experimentar aquella alucinación o quizás viaje astral.

Luego pude ver una luz tan brillante y un camino oscuro diseñado perfectamente como un túnel. Cada vez me acercaba más hacia aquel punto luminoso a una velocidad pasiva, haciéndose cada vez más grande aquella luz. Sentí temor porque parecía que estaba a punto de morir pero recordé que podía encontrarme con mi amada familia y me dejé llevar. Al salir de aquel túnel todo quedó en blanco. No sé lo que pasó hasta que desperté en aquella selva rodeado de algunos chamanes entre una fogata que se parecía mucho a la calma, sentí un alivio inexplicable mientras lágrimas de alegría caían por mis mejillas. Desde ese momento mi alma sanó y afortunadamente superé mi adicción a las drogas por aquella grave depresión.

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¡MUCHAS GRACIAS POR LEERME, ESPERO HAYA SIDO DE SU AGRADO!


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Esta historia es un viaje bro ¿todo ha sido real?

Si hermano, parte de nuestro cuerpo genera DMT después que tenemos un sueño. Fue una histroa que ideé de mi imaginación.

Sigo a un especie de chamán en facebook que vende esa bebida y otras parecidas. Muy interesante tu relato, una experiencia sanadora más allá de lo racional. Un saludo :)

Demasiado interesante como se conectan con su espíritu. Gracias por comentar.
Saludos ;)

Hermano leer esto es impresionante ya que se conoce algunos desequilibrios en la mente universal que es infinita.
¡Maravilla de post!

Precisamente la naturaleza es poderosa y se conecta con la mente.
¡Agradecido!

Me gustó el escrito amigo. Sigue así. Éxitos.

Gracias, me alegro que te haya gustado. Igual para ti.

excelente relato! gracias por compartir

Muchas gracias. Un saludo ;)

Interesante experiencia de un viaje al mundo donde habitan los mitos.

Un mundo infinito. Gracias por comentar ;)

A mi la ayahuasca con chamanes, me parece más dificil de recordar más confusa, te sientes en unos viajes sin tener verdadero conocimiento.
Creo que es mejor fumar directamente DMT la experiencia es más corta pero es más facil recordar.

Saludos!

Vaya, estoy consciente de eso. Sólo que metaforicé la experiencia como si fuese fumada también. Este campo es infinito y no en todos causa los mismos efectos.
Me da un poco de miedo este viaje, quizás en un futuro lo experimente.
Saludos, gracias por comentar ;)

excelente escrito bro!

¡Saludos Jesús! Es interesante cómo el universo conspiró para que varios escritores, casi que en día consecutivos hayan redacto algo referente a sus viajes psicodélicos, de hecho hace dos días publiqué uno, lastimosamente no llegó a los ojos de muchos, te invito a que lo leas, si estás interesado, este es el enlace: https://steemit.com/spanish/@luisinister/el-jardin-de-los-luceros-cuento-psicodelico

Espero que podamos seguir en contacto y seguir compartiendo nuestras creaciones.