La Doncella de plata. (Relato)

in #spanish6 years ago

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Era una tarde donde no había nada que celebrar, un día único pero no especial, miles de personas hicieron caer las vendas de sus ojos y decidieron que la libertad a pesar de su alto costo era algo preciso de pegar, no se distinguió en edades, en raza, en sexo, en lugar geográficos todos parecían haber salido en señal de protesta a las calles, solo llevando con ellos una bandera blanca, y cientos de esperanzas en una valija que albergaba su corazón. Solo bastaron horas para que aquella tierra madre de libertadores empezara a oler a muerte, para que los mares se tiñeran de rojo y para que el sol, siempre radiante se escondiera entre nubes oscuras que ante aquella escena derramaba lágrimas de tristeza. En medio de aquellas desoladas calles se encontraba una pequeña que parecía muñeca de porcelana con su rostro suave como la seda y blanco como la nieve.

¿Cuál es tu nombre chiquilla? – resonó una voz gruesa que se escabullía entre todos aquellos gritos y detonaciones, mientras que aquella doncella que vestía ropa rasgada y desgastada que era de cabellara de hilos plateados, estampa albina y ojos fríos y blancos como tormenta de invierno respondió – Me llamo melisa – Dijo sin apartar su mirada del horizonte el cual encontraba fin a unos pocos metros sobre una pared de bloques hecha añicos.

Vendrás conmigo – Afirmo un sujeto de gabardina negra, de apariencia afroamericana que deslizo sus garras entre las frágiles, débiles y desgastadas manos de aquella muñeca de porcelana, que sin oponer resistencia se dejó llevar como papagayo por el viento.

Con pasos cortos y calmados caminaron por aquellas calles que aún permanecían en caos, donde los jóvenes decoraban el suelo de un rojo tristeza que se corría por la acera como acuarela, donde la compasión parece haber tomado un boleto de avión sin retorno, donde los sueños se extinguían con el último suspiro de vida.

No quiero morir - Se elevó una voz en suplicas, al desviar la mirada se pudo observar a uno de aquellos conquistadores de libertad, pero la muerte ya había impulsado su guadaña hacia aquel pecho vibrante de esperanzas que caían lentamente al suelo con lo que ya era un cuerpo sin vida, y al ejecutor y verdugo lo encontramos escondido a las faldas de una escopeta mientras embozaba una sonrisa un tanto macabra, como la que solo un soldado podía embozar luego de semejante aberración.

Al final así es la vida – pensó aquella pequeña de mirada dispersa, mientras meditaba que el futuro, las esperanzas y los propósitos no eras más que fantasías que tambaleaban en las manos del destino, y que el destino no era más que una prostituta que se vendía al mejor postor que no siempre era el mas benevolente.

Tranquila - Se escuchó pronunciar a aquel sujeto de gabardina previniendo cualquier temor que pudiese sentir la pequeña, pero mostró una cara de satisfacción al percatarse de aquella mirada perdida que seguía prevaleciendo en aquellos inocentes ojos, mostraban con certeza sus pensamientos los cuales seguían reflejando los de una pintura en blanco, los de un cuaderno sin escribir, siempre a la espera de aquella escrituras que guiaran su camino, pero lo que no sabía aun es que serían letras escritas en sangre.

Pasaron alrededor de 1 hora desde que comenzaron a vagar por aquellas rutas, parecía un camino sin sentido hasta que por fin llegan a una llanura, en claro luego de un corto trayecto de bosque, lo primero que se pudo divisar fueron cientos de militares custodiando lo que en el medio parecía ser un helicóptero. Melisa por inercia decidió dar su primer vistazo al rostro de aquel sujeto que la llevo a vagar y lo primero que observo fue la mirada extasiada y la mueca de satisfacción que ensayo ante aquel escenario, todo parecía indicar que al fin habían llegado al lugar donde su vida comenzaría a correr, el lugar donde el destino pondría firma y sello.

Móntate niña - volvió a escucharse la voz de aquel hombre sin nombre, pero esta vez entono un sonido mucho más autoritaria una posición más rígida con sus palabras. Alas cayendo fue aquello que logro vislumbrar uno de aquellos cadetes al notar que la doncella cerraba aquellas puertas, y el cielo en señal de protesta hizo retumbar la tierra hasta estremecer con un estruendoso relámpago, dando aviso de aquella calamidad que se avecinaba.

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PAPALBRAS DEL ESCRITOR

Buenas comunidad, como veran este es el primero de los proyectos de historias que quier montar, realmente mi idea es el de montar varias historias al mismo tiempo, haciendo publicaciones por capítulos cada cierto tiempo. Realmente lo mas importante que quiero leer son sus criticas, quiero criticas constructivas las cuales me ayuden a crecer mas, a mejorar mas estas historias todo concejo sera bienvenido. también me encantaría la interacción con los lectores y sus ideas que podría tomar para darle forma a esto quizás en un futuro, sinceramente me gusta las dinámicas y que podamos sentir nuestra cada palabra . Por cierto hice mi presentación el día de ayer y quien quiera saber un poco de mi y de mis propósitos les dejare el link por acá. Mi presentación


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